La prepotencia del gobierno nacional ● Nicolas Ais

La prepotencia e insistencia con la que el gobierno nacional está queriendo imponer, en la sociedad argentina, un modelo que desde el relato oficial es exitoso, pero que, por el contrario, la realidad cotidiana nos demuestra que es uno totalmente mentiroso, cuya codicia de poder lo ha llevado a niveles exuberantes de corrupción, con funcionarios públicos prófugos de la Justicia y con denuncias que han alcanzado a la máxima efigie de la República.
Las banderas alzadas (y “robadas”) de los que se pronuncian como defensores de los derechos humanos, pierden entidad a la hora de hablar tanto de la cantidad de desaparecidos que éste triunfante modelo ha acumulado a través de sus años dorados, como de las represiones tomadas contra los pueblos originarios que pelean por ser reconocidos.

Con el federalismo perdiendo forma debido a los constantes golpes sufridos por ser parte de una nación en la cual la independencia de cada provincia se ve afectada a la mínima insinuación, por parte de su representante, de apartamiento del poder superior, que le declara la guerra a quien no comulgue con sus ideas, condicionándolos al momento de actuar, y utilizando los recursos del estado como forma de avasallamiento, poniendo en juego el bienestar de la población que habita en el distrito.
Como Raúl nos enseñó, las ideas son las que van a mantener viva a la política democrática, las que resisten a pesar de los años gracias al ímpetu que cada uno de nosotros pone en ellas. Es nuestro deber, como radicales y como ciudadanos, profesar el respeto a las instituciones de la república, la independencia de los poderes, el respeto por el federalismo y la independencia de las provincias a la hora de utilizar sus recursos, promover la educación pública y gratuita para igualarnos, el libre acceso a la salud, el derecho a la vivienda y el acceso al primer empleo.

Es hora de volver a levantar nuestras banderas con orgullo, aquellas que dieron origen a la Unión Cívica Radical, las que nos atrajeron y nos convencieron de que nuestro partido era el indicado para cambiar no sólo el país, sino la vida de cada persona que reside en él. Porque siempre que la Nación Argentina necesitó resguardar las instituciones buscó a la Unión Cívica Radical como garantía para preservarlas. Es hora de que todos nos involucremos con el deber de protegerlas para así hacer de nuestro partido la alternativa al cambio que el país necesita para salir adelante.
Nicolas Ais
Vice-presidente de la juventud Radical de comité Nacional
Delegado al comité Nacional distrito Rio Negro.