Difícil decisión ● Marcos Chavarria

Por sorprendente que parezca el escenario político electoral actual ofrece una foto no muy diferente a la que presentaba el año 2009 unos meses antes de las elecciones parlamentarias.

Las encuestas que se conocen sumadas al clima político de las últimas semanas parecen destinadas a quitarles el sueño a muchos pero, particularmente al Senador Miguel Pichetto.

Desde la derrota del radicalismo, hace apenas 18 meses, la gestión del gobierno no ofrece muchos aspectos en los que se pueda marcar claramente una diferencia sustantiva respecto a las últimas tres décadas. Esto, tal vez, se pueda explicar por todas las amarguras a las que se ha visto sometido quienes ocasionalmente ejercen el gobierno.
Primero el fatídico desenlace de la madrugada del 01 de enero del 2012, luego la explosiva situación generada en San Carlos de Bariloche de la que nadie salió ganador y, finalmente, las obligadas elecciones en Viedma.

Esta última dejo como saldo al menos tres situaciones:

Dio una oportunidad electoral que los viedmenses aprovecharon para pasar facturas por la sensación generalizada de maltrato y persecución laboral a los empleados públicos.
En esta ciudad, el que no es empleado público tiene, al menos, un pariente que trabaja en la administración pública provincial.

Permitió a los radicales encontrarse con un triunfo electoral mucho antes de lo esperado, lo que les introdujo un aire de vida francamente resucitador.

Coloca al FPV ante una delicada situación interna, la que además coincide con una realidad nacional de situación cambiante, donde cada nueva encuesta que se conoce ratifica que la imagen de la presidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner no deja de perder puntos de popularidad y en los actos quedo demostrado.

Solo unos meses atrás, nadie hubiera creído probable que el oficialismo pudiera perder las parlamentarias de octubre. Contrariamente en los días que corren, cada vez son más los analistas que marcan sus dudas a la hora de dar pronósticos.

Para los observadores externos son muchas las facetas que presentan incógnitas. Por un lado el FPV ya no es una fuerza univoca y monolítica, en él, el PJ marca diferencias con el Frente Grande (casualmente ocupando el sillón mas grande), pero dentro del mismo PJ los “Soristas” dividen aguas con el “Pichetismo”, algo que muchos notan.
Como para complicar un poco mas las cosas, se viene la elección a Intendente en la ciudad andina de Bariloche, principal ciudad de la provincia. Se trata de un padrón electoral imposible de ignorar si lo que se quiere es ganar.
Hasta ahora los barilochenses se encuentran en un hervidero de situaciones cambiantes, donde Genusso, se apartó del oficialismo para ir por separado y con alternativa propia.

El radicalismo recién superadas las internas partidarias se a presta presentar al Diputado Nacional Hugo Castañón, quien ha comenzado a sumar distintas parcialidades por fuera del partido, como por ejemplo a Darío Barriga (parte mayoritaria del otrora gobernante Partido SUR).

También Claros Bravo (alguna vez candidato del PPR), Jorge Temporetti ( MPP en Bariloche) y sectores ligados a Unidos Por Río Negro.
Todo indica que Carlos Valeri, del Frente Grande (que fue mas votado que Goye en la última elección) se presentara con boleta propia y separado del FPV.

Así las cosas el FPV en Bariloche es sólo el PJ con el uso del sello del Frente Para la Victoria.

De hecho, importantes seguidores del Senador Pichetto no dejan de hostigar la candidatura de Valeri, pegándole por elevación al propio gobernador rionegrino Alberto Weretilnek.

Difícil situación porque ambos deberán ir juntos de la mano a las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del mes de Agosto. Luego, a solo un mes, en septiembre deberán competir en la elección municipal y finalmente en algunos días mas, volver a las urnas para definir las parlamentarias.

¿Cómo hará el senador Pichetto para asegurarse que, mas allá de las palmadas en la espalda, toso ese sector transpire de verdad la camiseta para generarle el triunfo que tanto necesita?

Por lo que se presume, Pichetto ya definió que Silvina García Larraburu lo secundara en la lista, lo que inevitablemente desanimará fuertemente a la “tropa frentegrandista” de la ciudad Andina.

Si gana Valeri, como hoy lo indican varias encuestas, el senador Pichetto sumaria la segunda derrota de su sector en lo que va del año, y justo un mes antes de la elección donde se define su suerte.

Son muchos los que se frotan las manos pensando que si Pichetto pierde en octubre, se quedaran solos con el gobierno, sin que la gente del Partido Justicialista les enrostre que ellos son los verdaderos dueños de los votos.

Pareciera que al eliminar de su lista, a referentes importantes del Frente Grande, Picheto, también pone en riesgo sus posibilidades de revalidar sus títulos de ganador en esta provincia tan castigada por las circunstancias.

Marcos Chavarria.
Periodista.
marcos.chavarria@hotmail.com.ar
Viedma – Río Negro.