Amenazó con armas, ahora tiene que cumplir dos años de cárcel

Roca (ADN).- Un hombre condenado a dos años de prisión efectiva por el delito de “amenazas con armas en concurso real con abuso de armas, en concurso ideal con portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal, en calidad de autor”, y que apeló el fallo, tendrá que cumplir la pena impuesta porque el Superior Tribunal de Justicia confirmó la sentencia de la Cámara Tercera en lo Criminal de General Roca.

La condena contra Ariel David Altamirano fue emitida el 22 de marzo de este año.

La defensa del imputado sostuvo que la sentencia incurre en “una arbitraria apreciación de la prueba, porque esta es insuficiente para acreditar la materialidad y la autoría de Ariel David Altamirano en los hechos reprochados”. En ese sentido, mencionó la falta de secuestro del arma con la que el imputado habría amenazado, primero verbalmente a la víctima y luego le habría efectuado alrededor de cinco disparos, sin herirla.

Agregó que tampoco resulta demostrado cómo hicieron los testigos para identificar al imputado cuando este se movilizaba en una moto en horas de la madrugada, porque “la iluminación existente en el lugar era escasa”.

Refirió que “todos los testigos son familiares que tienen motivos o causales de enemistad con Ariel David Altamirano” y que “las declaraciones no son creíbles, porque son “calcadas”. Insistió en que “los testimonios eran contradictorios y en que la sentencia es nula”.

Por su parte, el juez superior Enrique Mansilla destacó que “la totalidad de la prueba testimonial es de cargo y proporciona razón suficiente a la sentencia de condena. Además de ello, son concordantes -cada testigo desde su ubicación- con los dichos de la víctima, en toda la secuencia que finaliza con su huida por los disparos que se le efectuaban”.

Mansilla también resaltó que el Tribunal roquense “ha dado cuenta de la efectiva vinculación de los testigos con la víctima, pero señala los motivos para merituarlos; lo mismo hace en relación con la temática relativa a las posibilidades de visualización de lo ocurrido -los testigos dijeron que había luz artificial buena o suficiente-, sin que dicho tratamiento haya merecido un cuestionamiento fundado del defensor” oficial doctor Gerardo Jorge Viecens. (ADN)

 

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