Informe Lago Escondido: Entre el Winchester y la “solución intermedia”

El Bolsón (ADN).- Joe Lewis conoce todo los secretos del uso del poder. Millonario en dólares, no en pesos argentinos por supuesto, es propietario de alrededor de 14 mil hectáreas en el Lago Escondido, un lugar que casi no admite comparación, por su inconmensurable belleza y el potencial de la naturaleza.

Dueño de la empresa Hidden Laken mantuvo fluidas relaciones con los gobiernos rionegrinos a partir de la compra de aquellas tierras a la sucesión de Arsoindo Montero, quien llegó al lugar en 1860.

Así se recuerda a Miguel Saiz, circulando en el kartódromo, construido por Lewis en Lago Escondido, o al ex ministro de Educación y candidato a gobernador César Barbeito viajando, con su esposa, en el avión Lear jet propiedad del magnate inglés.

Pero aquel extranjero que se presentaba como un filántropo para la comunidad de El Bolsón, en los hechos prohibió a los pobladores cordilleranos el acceso al lago, salvo invitación de la administración de Hidden Laken (lago escondido en inglés), a pesar de tratarse de una área natural protegida y desconociendo disposiciones constitucionales, la legislación en la materia y resoluciones judiciales.

El gobierno peronista rionegrino no le fue en zaga a sus antecesores en el coqueteo con el poder del millonario Lewis. Cabe recordar que la primer entrevista que concedió el fallecido gobernador Carlos Soria, cuando asumió el cargo fue al administrador de Hideen Laken, Nicolás Van Ditman y a su esposa Vanezza Mazza, en el marco del reclamo que realizaban organizaciones sociales y pobladores de la zona de El Bolsón para abrir el paso al lago Escondido, con el argumento constitucional de que los ríos y los lagos son de dominio público.

Van Ditman, “el hombre del rifle” prometía defenderse con las armas en la cintura.

Alberto Weretilneck acaba de suscribir un acuerdo con Lewis para construir un camino de acceso al lugar como una solución salomónica a la resolución judicial del juez Marcelo Cuellar, del Juzgado Civil, Comercial y Minería Nº 3 de Bariloche, quien en febrero dio un plazo de 120 días al gobierno rionegrino para que construya el acceso por el Paraje Tacuifí.

La disposición judicial cuenta a la vez con el apoyo de organizaciones ambientalistas y de derechos humanos que vienen reclamando la presencia del Estado para solucionar el problema del acceso al lago.

¿Por qué el gobierno prefiere la estrategia Lewis en lugar de mostrar independencia y soberanía en la resolución del tema?

El Fiscal de Estado de la provincia, Pablo Bergonzi y los abogados de Lewis presentaron una propuesta que aceptó el gobernador y elevaron al juez Cuellar.

Esta alternativa mereció el rechazo de las organizaciones sociales de El Bolsón y Bariloche y de la legisladora Magdalena Odarda, quien llevó adelante la reivindicación rionegrina sobre las potestades del libre acceso al Lago Escondido.

Un viejo reclamo

A la costa occidental del lago se accede por un sendero de 34 km no apto para vehículos, mientras que a la costa oriental, donde están las construcciones de Hidden Laken, se accede por un camino de 18 km de ripio que nace en el km 1948 de la ruta nacional 40, a 33 km de El Bolsón.

La alternativa entonces, es un camino rural que nace en el paraje Tacuifí, en el km 1960 de la ruta 40, a 45 km del centro de El Bolsón. El ingreso a las tierras y los caminos son vigilados por la empresa y solo pueden transitar por ellos las personas que tengan la debida autorización.

Los legisladores Chironi, Wood y Barrenecha, del ARI, presentaron en el 2003 a la Legislatura provincial un proyecto para construir un acceso público al lago, mientras que dos años más tarde el diputado nacional Julio Acavallo, del FG presentó un proyecto de resolución para “evitar la concentración de la tierra y recursos acuíferos en manos de extrajeras” cuya fundamentación hace mención a la propiedad de Joe Lewis sobre las tierras que rodean el Escondido.

Frente a los reiterados reclamos y amparos presentados ante la Justicia, en el 2009 el Superior Tribunal de Justicia de la provincia reconoce la demanda de los amparistas en tanto plantean el acceso al Lago Escondido por el camino que comienza en el Paraje Tacuifí “que no requiere mayores costos de habilitación y ha sido usado históricamente y constituye una vía de acceso corta y viable”.

El fallo del STJ de 2009 ordenaba a Viarse y a la Secretaría de Ambiente provincial a abrir ambos pasos en 120 días, pero la administración de Miguel Saiz dilató el asunto, según la legisladora Odarda “en connivencia con la empresa de Lewis”. Ante estas dilaciones, el máximo tribunal remitió el expediente a los juzgados de Bariloche.

De esta manera la justicia de Barilochense ordenó que en 120 días el gobierno de Río Negro cumpla un fallo desoído durante cuatro años y que haga las obras necesarias para habilitar dos pasos públicos hacia el lago.

Así es que el juez Marcelo Cuellar, a cargo del Juzgado Civil, Comercial y de Minería Nº 3 de Bariloche, reunió en su despacho al ministro de Obras Públicas, Fernando Vaca Narvaja, representantes de la empresa Vial Rionegrina Sociedad del Estado (VIARSE), la Dirección de Medio Ambiente provincial, de la Fiscalía de Estado de Río Negro, de la empresa Hidden Lake S.A. y del INTI, además de la legisladora provincial y amparista, Magdalena Odarda.

Allí les comunicó que ratificaba el fallo que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) provincial firmó en 2009 y que ordenaba a la provincia a abrir, en un plazo máximo de cuatro meses, dos pasos hacia el lago Escondido. Uno más extenso, a través de la montaña, de unos 85 kilómetros; el otro, conocido como Camino Tacuifí, tiene casi 25 kilómetros. Es el que históricamente usaron los lugareños para acceder al lago y que con la llegada de Lewis quedó privatizado y cerrado con personal armado en sus últimos 3 kilómetros.

Ahora el gobernador Alberto Weretilneck, propuso a la Justicia una «solución intermedia» para garantizar el acceso público al lago Escondido «sin anular la propuesta de acceder por Tacuifí», contemplando los requerimientos de Lewis.

Se trata de la apertura de un nuevo sendero de montaña, una propuesta que ya había sido discutida en el largo proceso judicial que cuenta con una sentencia firme que sigue sin ejecutarse. La legisladora Odarda cuestionó la decisión y sostuvo que el gobernador Weretilneck tomó una decisión «mal informado».

Llama la atención que en la información oficial se señale que ahora el gobierno presente una tercera propuesta, que define como una «solución intermedia» que contará con una inversión de la empresa Hidden Lake.

La propuesta, dice el gobierno «resolverá por primera vez el ingreso directo al lago» y asegura que «por cuestiones legales y presupuestarias no alcanza materialmente a ejecutar el acceso en el tiempo establecido» por el juez Carlos Cuellar.

Para la legisladora Magdalena Odarda, la propuesta es similar al sendero existente, y “ nosotros no estamos de acuerdo y pedimos que sea el juez Cuellar el que defina si esto es viable porque para la gente es una tomada de pelo El tema de la tercer opción ya fue discutida en su momento y rechazada porque no permite acceder a personas con movilidad reducida, a niños y cualquier persona quiera acceder con vehículo como se podía acceder antes de que comprar las tierras Joe Lewis».
Agregó la diputada del ARI que «realmente no creemos que sea una opción. Además, tampoco estamos de acuerdo en que la empresa privada sea la que invierta para abrir un sendero en tierras que corresponden a una reserva provincial. Creemos que no corresponde y que no soluciona el acceso porque solo podrá acceder la gente que se dedica al montañismo y tiene una buena resistencia física».

Puntualizó que el gobernador Weretilneck está «mal informado sobre el tema, actuó con desconocimiento de la problemática y le dijeron que las obras en el camino Tacuifí requieren de una inversión de 50 millones de pesos y eso es una barbaridad».

Para acceder a lago Escondido por Tacuifí hay que cruzar dos veces el río Escondido y una vez El Foyel. Cuando se instaló Lewis, puso tranqueras y construyó dos puentes, pero dentro de su “propiedad privada”. Con la nueva orden judicial, habría que abrir las tranqueras y franquear el paso.

El hombre del Winchester

Cuando en 2011 la Corte Suprema rechazó un recurso extraordinario de los abogados de Hidden Lake para que intervenga luego que el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro le impusiera la apertura del camino Tacuifí, el apoderado de Joe Lewis en Argentina, Nicolás Van Ditmar, amenazó a sus empleados con levantar todo y dejarlos sin trabajo.

Así los instigó a movilizarse a Viedma, proveyéndoles previamente caballos y carpas a estrenar. Se instalaron en la plaza San Martín de esta capital, frente al edificio del Superior de Justicia e hicieron un escrache en la puerta de la casa de un juez de madrugada y a la propia Legisladora Odarda.

En oportunidad de la visita a Viedma, Van Ditmar, declaró que “vamos a defender la propiedad con el Winchester en la mano, con sangre si hace falta” y aclaró que legisladores o políticos oportunistas instalaron que un inglés privatizó un lago y se quiere robar el agua. Esto no es de un inglés sino de las 200 familias que lo trabajamos. Si el inglés pierde su privacidad o la preservación del recurso natural, es muy fácil, levanta campamento y los que vamos a quedar en la calle somos nosotros”.

“La justicia por mano propia muchas veces es el camino”, sentenció Van Ditmar en marzo de 2011. En noviembre pasado fue absuelto por la Justicia por estas declaraciones.

Ley de Tierras

La presencia de multimillonarios europeos y norteamericanos en el sur de la Argentina y la concentración de tierras de explotación agropecuaria en manos de capitales extranjeras derivó a fines de 2011 en la sanción en el Congreso de la Nación de la Ley de Tierras, que limita el porcentaje de territorio argentino que podrá ser propiedad extranjera.

Fija en 15 % el límite a la titularidad de tierras en personas o capitales extranjeros. Proporción que se aplica a nival nacional, provincial y municipal. “Las tierras de un mismo titular extranjero no podrán superar las mil hectáreas”, dice el artículo 10º. Mucho menos de las más de 14 mil que Lewis tiene en la zona de El Bolsón.

ADN