“El futuro se construye con todos, incluso con los desheredados”

paillalefEl Ministro de Acción Social aseguró que la columna vertebral de la política social es la recuperación de la cultura del trabajo. Alentó la creación de las cooperativas. Dijo que se deben pensar en ejes productivos alternativos a las economías regionales. Apuntó a la sustitución de importaciones y a la creación de fábricas. Adelantó que Río Negro tendrá su industria textil. Reivindicó el cambio de modalidad de contratación en su área. Subrayó que el derecho fundamental a proteger, es de niños, niñas y adolecentes. Contó que se está remodelando el ex Hogar Pagano para su refuncionalización.

¿Cuáles son los pilares de su gestión?

Poner la política social en orden a lo que el kirchnerismo planteó como un cambio de paradigma del 2003 en adelante: la política social tiene que tener como columna vertebral la preocupación por recuperar la cultura del trabajo. Tenemos que abandonar una política central impuesta por el neoliberalismo en los 90, en la que la política social estaba exclusivamente dirigida a la asistencia social, en un marco de destrucción de la industria nacional y el empleo. El gobierno de Néstor Kirchner impulsó una transformación –que continúa Cristina- importante, recuperando los paradigmas históricos del peronismo, que puso otra vez en el primer plano al trabajo como el gran ordenador social. En esta provincia la asistencia se transformó en clientelismo y se reemplazó al militante del territorio por el puntero político que, apropiándose de una parte de los recursos del Estado, tenía de rehenes a los beneficiarios. Nosotros estamos cambiando ese paradigma.

¿Hay un cambio en la concepción del sujeto?
Nosotros decimos que no hay beneficiarios sino titulares de derecho, concepto fuertemente vinculado a la tradición peronista. Decimos que ha habido desposesión de derechos, por eso Evita hablaba de los desposeídos, hombres y mujeres que tenían derechos y los perdieron, gracias a la implantación de un modelo excluyente que dejó más de la mitad de los argentinos debajo de la línea de la pobreza.

¿Y hacia adentro del Ministerio?


Apuntamos a recuperar en el Estado el trabajo formal, digno. Llegamos a este Ministerio en octubre del año pasado y desde entonces hasta ahora, hemos procedido a desarrollar una estrategia de incorporación al trabajo genuino de los trabajadores que prestan servicio aquí. Las becas, que por su naturaleza sirven para capacitación, fueron transformadas en los 28 años del régimen radical, en una forma precaria de contratación de personal y por lo tanto, han estado fuera de los beneficios que todos los trabajadores tienen en la argentina, y nosotros estamos empujando a su transformación, de tal manera que ahora estamos completando el proceso dignificación de los trabajadores que prestan servicios en este Ministerio. Incorporamos un centenar de compañeros y compañeras becados a contratos, y ahora estamos completando el proceso de casi 300 trabajadores más, auscultando los lugares donde están trabajando y planteando su incorporación al trabajo con toda la protección que las leyes laborales le otorgan al trabajador.

¿Cómo se convive con la coyuntura y la emergencia?
Es difícil porque hay 30 años, por no mencionar también los de la dictadura, que han sumido generaciones en la exclusión, y un Estado que ha estado poco preparado para atender los emergentes del abandono y la exclusión. Entonces los tiempos juegan en contra nuestra, la emergencia aparece muchas veces como el árbol que tapa el bosque y hay que atender al árbol. Cada vez que tenemos demanda de asistencia social de (la empresa) Vale o de la región Sur que quedó sin majada por la sequía y los efectos del Puyehue, hay que asistirlos ahora. No hay tiempo disponible para que los afectados nos esperen a que desarrollemos el proceso. No perdemos el objetivo estratégico, pero atendemos la emergencia inmediata.

Hay situaciones apremiantes
No podemos descuidar las situaciones de emergencia social que tenemos que cubrir. A veces hay situaciones que no se resuelven rápidamente. La generación de empleo es un proceso, la organización de los desocupados es compleja y difícil porque ha habido ya más de una generación que no ha estado trabajando, en consecuencia, generar la cultura del trabajo lleva tiempo. Además tenemos que desarrollar formas solidarias de resolver el problema, por eso el modelo cooperativo, el de las cooperativas de trabajo particularmente, para nosotros es una institución que tenemos que recuperar, para el mismo tiempo recuperar trabajo y solidaridad.

¿Se discute en el seno del Gabinete cómo generar procesos productivos que generen mano de obra?
Esta es una discusión abierta que no solo involucra al Gobierno sino también al empresariado y a los partidos políticos. Y esa discusión está empezando a hacerse y a entenderse que la igualdad social en una sociedad equilibrada, necesita forzosamente modelos económicos y productivos que en última instancia logren la inclusión. Los modelos de concentración tienden en general a ser excluyentes. Y los modelos rentísticos financieros, exactamente lo mismo. Por caso, en Bariloche, el modelo productivo turístico contenía a una ciudad de 80 mil habitantes. Hoy, con ese solo factor no alcanza y deja afuera un sector social importante, y genera permanentemente conflictos que están sin resolverse. Por eso, queremos debatir una política de estado que revierta las situaciones de crisis del modelo productivo. El modelo rionegrino que fue uno de los más equilibrados en los años 60 de la Argentina, pero desde la dictadura militar y en la aplicación del modelo neoliberal del radicalismo no dio cuenta de esa crisis, y hoy nos encontramos con una situación de emergencia importante. Hoy, el gobierno que conduce el compañero Weretilneck, exhorta permanentemente a que nos metamos en esa discusión

¿Tienen un diagnóstico social de la provincia?
Nosotros tenemos la obligación de hacer esas investigaciones. Cuando llegamos, nos encontramos con un área (de monitoreo y control) de perfil bajo. Ahora están en un proceso de jerarquización y su misión central es elaborar un mapa certero de la situación. Es insólito, por ejemplo, que nosotros no tengamos los datos del Censo 2010 que recién están apareciendo ahora. Cuando hablamos de Bariloche estimábamos que había unas 30 mil familias en situación de precariedad, y ahora nos llega el dato de que hay 11.700 familias que están debajo del NBI (necesidades básicas insatisfechas). Si tenemos esas cifras tenemos una responsabilidad enorme para resolver la situación que se generó allí.

¿A partir del diagnóstico cuál es la idea de solución?
Hay varias posibilidades. Los municipios cumplen un rol importante. En Bariloche se está desarrollando una institución que agrupa al Estado, los privados y organizaciones sociales de manera de ir encontrando el camino que conduzca a la generación de empleo. Hay una ordenanza que se está discutiendo en Bariloche para crear una institución de estas características. En la provincia en eso estamos en deuda, pero lo vamos a hacer, vamos a dar una propuesta. Entre los diferentes estamentos del Estado, los sindicatos, los empresarios y las universidades iremos dando pasos sólidos. Tenemos que pensar alternativas productivas regionales. Yo creo que hay que ir por el lado de la sustitución de importaciones, y hay que ir también por el lado de la industria empresaria bajo la forma asociativa que reemplacen -por lo menos parcialmente- a los proveedores del Estado, que normalmente compran bienes y servicios afuera de esta provincia. Por caso, la industria textil. Educación, Salud, la Policía, el Servicio Penitenciario compran todo lo que es vestimenta fuera de Río Negro. En la última reunión que mantuvimos con la ministra Alicia Kirchner, nos propusimos armar dos fábricas textiles en Bariloche que ocupen no menos de 120 personas y que sean capaces de abastecer, en primer lugar, a la demanda que tiene Desarrollo Social de la Nación (hay que hacer 300 mil uniformes) más los requerimientos de la Provincia: guardapolvos, uniformes del SPP y Policía, sábanas para hospitales…creemos que es un nicho productivo que podemos desarrollar.

¿Las empresas serán mixtas?
Hay una cosa que inventó el kirchnerismo: el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo). En su seno se creó una forma muy ejecutiva de crear empresas porque la matrícula sale en 60 días y permite que los cooperativistas de esa resolución puedan venderle al Estado sin pasar por procesos licitatorios. Y son monotributistas sociales. Hay unos 5 millones de trabajadores precarios en Argentina. Entonces, el cooperativismo es una contribución para que esos trabajadores vayan pensando en una producción más en escala y en un esquema donde se le reconozcan los derechos laborales, y puedan comerciar en el mercado o con el Estado, con las exigencias que tiene la ley.

Jóvenes en conflicto con la ley

¿Cuál es el rol del Ministerio en la problemática de niños tutelados y jóvenes en conflicto con la ley?
La problemática de la adolescencia en conflicto tiene dos niveles: uno tiene que ver con las necesidades de quienes trabajan en esa contención de que sean trabajadores con cierto nivel de especialización, y que no tengan una situación de trabajo precario; otro es la responsabilidad del Ministerio en su custodia y protección, y ello requiere de un personal especializado, no puede estar cualquier persona a cargo por más buena voluntad que tenga. Así que capacitar al personal es un objetivo. Porque esos niños son un herencia que el Estado recibe de un modelo de exclusión y debemos propender a su contención y custodia; y también hay que dar un debate cultural en el sentido de que la sociedad tiene que hacerse cargo de que ellos son nuestros hijos, son los hijos de la sociedad, y es imprescindible que recupere la sociedad el valor de la solidaridad y de la fraternidad. Porque suele darse frecuentemente en la sociedad una postura de derecha, que pretende marginar, proscribir, estigmatizar a nuestros pibes que están en esa condición. Creemos que hay contenerlos en sociedad y las instituciones que están a su cargo no debieran necesariamente estar tan alejadas de lo que le pasa al pueblo. Nuestros pibes tienen que ir a la escuela con los demás alumnos, atendiendo la seguridad del conjunto la población. Integración sin discriminación y garantía de exigencia por parte del Estado para que esos chicos recuperen los hábitos del estudio, el trabajo, el arte, el deporte, la recreación. Al ex Pagano, que cerramos los últimos meses del año pasado, lo estamos remodelando. No solamente en su estructura edilicia sino también productiva. Estamos conversando con sectores agrícolas de manera de avanzar en una complementación. La tierra y los cultivos siempre fueron una manera en que el hombre se afirma a los valores de la vida.

¿Cómo se motiva a los jóvenes para contenerlos y datarlos de valores fraternos cuando hay un choque muy fuerte entre lo que el mercado ofrece y las posibilidades de alcanzarlas?
Los chicos que están trabajando en las tres cooperativas que pertenecen al programa Néstor Kirchner en Bariloche son cerca de 80. Están trabajando en obras de erradicación de letrinas en distintos barrios del Alto. Pasaron dos cosas: son pibes de entre 18 y 25 años que estaban ansiosos por empezar a trabajar porque sentían que tenían que tener una actividad práctica. Lo que parece ser difícil, recóndito, escondido, no es así. Cuando los pibes enganchan –a través del trabajo- una forma diferente de vincularse con otros, cuando descubren que el de al lado no es un enemigo, un adversario, sino que es un compañero de trabajo y que el tercero es beneficiario del laburo que vos estás haciendo, genera otra cultura y otra forma de pararse frente a la vida. El trabajo dignifica.

Anhelo

¿Construcción social con inclusión?
Tenemos que volver a fundamentar que el futuro de nuestra patria y nuestra provincia se construye con todos, incluso con los desheredados: con aquellos que perdieron el trabajo y la esperanza. Nosotros estamos planteando que los hijos de los desocupados, de los marginados, de los excluidos han sido víctimas propiciatorias de un modelo excluyente y, por lo tanto, sometidos al riesgo del consumo de estupefacientes o el delito. Esta situación recepta los avances que en materia de niñez y adolescencia se han planteado en convenios internacionales suscriptos por la Argentina y por el gobierno de la provincia, en el sentido de que el bien a proteger es el derecho de esos niños y adolescentes. Estamos tomando eso como un compromiso de futuro. Ellos son para nosotros una preocupación fundamental. Pensamos que la contribución del Estado tiene que ser a su recuperación, a que sean hombres y mujeres de bien y no desecharlos como materia inútil. Estamos generando capacitaciones con organismos nacionales y mejorando las instituciones que los protegen, haciendo interministerialidad, con Seguridad, Educación, Salud Mental, de tal manera de poder abordar esa problemática desde una lógica integral, que tenga por eje la recuperación de esos pibes y pibas que son nuestros hijos, los hijos de una sociedad que los ha ignorado.