Tragedia del Paulo VI: La familia pide cadena perpetua

Viedma (ADN).- La familia de la joven Yanina De Yulis, asesinada en el Colegio Paula VI de Viedma, pidió que se haga justicia y se condene al acusado a cadena perpetua. Anunció que se constituirá en querellante y opinó que la tragedia pudo ser evitada. La familia relató los últimos momentos, antes del desenlace fatal, donde el ex marido y asesino de la mujer policía, Cristian Cóceres, tuvo un breve dialogo con sus hijos.

ADN concurrió al domicilio donde vivía Yanina y conversó con sus tres hermanas, Andrea, Verónica y Paola y el padre Oscar. Visiblemente afectados, relataron los momentos que viven y como enfrentan día a día la nueva realidad.

Explicaron que “no fue un crimen pasional, no se trata de eso, es algo más, porque no había una mala relación entre ellos después de la separación en agosto del 2011, incluso él venía a Viedma a festejar el cumpleaños de los niños y en noviembre se quedó casi un mes”. De todas maneras, reconocen que (antes de la separación) hubo conflicto en Cipolletti y que por eso a él lo trasladaron a Catriel y a ella a Viedma.

Opinaron que se pudo haber evitado, porque si realmente una persona del Colegio Paulo VI lo vio con un arma, lo debería haber denunciado para que lo detengan, porque no es normal que un policía, si bien tiene arma, que la exhiba en su mano.

El día trágico

Recordaron que hace pocos días Yanina había viajado a Catriel para llevarle los niños a su ex marido. Pasaron unos días y ella volvió de esa localidad. Todo esto ocurrió días antes del día que sucedieron los hechos.

Relataron que Yanina tenía miedo desde la noche anterior, porque en Catriel él la había amenazado.

Dijeron que era mentira que los vieron discutiendo o que estuvo en la casa. Él vino directamente de Catriel al Paulo VI. Lo que si es verdad es que llamó en la madrugada y discutieron por teléfono. Llegó en su moto y paso por la caminera a tomar mate.

El nene más chiquito (6) contó que le preguntó al papá que venía hacer y el contestó a “hacer un trámite”.

Los chicos entraron primero a la escuela y ellos se quedaron en el auto. Después cuando ella entró le disparó por la espalda. No tenía el chaleco antibalas puesto.

Lo único que tenía en su mano era el celular.

Justicia

“Tenemos que ser fuertes, porque no hay un día que los chicos no estén llorando. En tres segundos se quedaron sin madre y sin padres”.

No sienten odio por el padre, el mayor (11) está un poco enojado.

“Nos arruinó la familia”.

Pidieron la pena máxima, porque no es un crimen pasional es con alevosía, porque ya muerta en el piso le siguió disparando. Es un femicidio. dijeron. (ADN)