Se creó en Bariloche el primer nanosatélite argentino

Bariloche (ADN).- Jóvenes matemáticos barilochenses idearon y crearon la empresa Satellogic, incubada por Invap. Allí desarrollaron el «Capitán Beto», primer nanosatélite argentino, de apenas 2 kilos, que ya está en órbita, y en el invierno se lanzará el segundo: «Manolito».

Este viernes 26 de abril a la madrugada la empresa barilochense Satellogic logró su primer hito: fue lanzado desde China y comenzó a orbitar el primero de sus nanosatélites, un rectángulo de 20 centímetros de alto por diez centímetros de lado, y apenas 2 kilos.

Se trata del CUBEBUG-1 o «Capitán Beto», como lo bautizaron en homenaje al Flaco Spinetta y su legendaria canción, quien falleció el año pasado en pleno desarrollo del nanosatélite.

Según informó hoy el diario Económicas Bariloche, Satellogic fue creada por el principal desarrollador del grupo, Emiliano Kargieman, quien preside la empresa. Estudió Matemáticas en la UBA y a mediados de los 90, con apenas 19 años de edad, participó junto a otros jóvenes tecnólogos de la creación de la empresa argentina Cure Securities, fabricante de software de seguridad para sistemas, que en poco tiempo superó fronteras y se convirtió en proveedor internacional de la especialidad.

Kargieman vivió y trabajó un tiempo en la base de la NASA estadounidense de Aims, en California, donde le dio forma a la idea de fabricar nanosatélites. En 2010 regresó a Argentina y se contactó con su colega Gerardo Richarte (también de Cure Securities), y junto a otros jóvenes vinieron a Bariloche a presentar el proyecto en Invap.

Tulio Calderón, gerente de Proyectos Aeroespaciales y Gobierno de Invap, dijo a Económicas Bariloche que se interesaron en el acto por la iniciativa y decidieron apoyarlos. Así se convirtieron en la incubadora de Satellogic, que comenzó a trabajar en 2011 y en pocos meses desarrollaron varios prototipos de nanosatélites, entre los que estuvo «Capitán Beto».

Ese nanosatélite es comandado desde el Radio Club Bariloche y en el futuro la operación será abierta a radioaficionados y entidades de todo el mundo que quieran aprovecharlo. Lleva tres equipos de estudio del propio aparato: una rueda de inercia (para controlar su actuación en el espacio), un startracker (saca fotos para establecer su posición) y una computadora para vigilar su navegación. Cada 15 o 30 segundos envía un paquete de datos -llamado baliza- a sus controladores.

Kargieman informó a Económicas Bariloche que ya están completando el desarrollo de «Manolito», el segundo de sus nanosatélites, que si todo marcha bien será lanzado desde Rusia en julio.

Indicó que la idea es «democratizar» el espacio, hasta ahora reservado primordialmente a gobiernos fuertes que pueden costear desarrollos de miles de millones de dólares.

«Uno de estos nanosatélites cuesta menos de 50.000 dólares, y está al alcance de universidades, pymes, o personas que quieran tenerlo para darle algún uso», dijo, explicando que la idea de Satellogic apunta a abastecer esa demanda futura.

Eduardo Ibáñez, ingeniero de Invap que asiste a la formación de Satellogic, dijo a Económicas Bariloche que el lanzamiento se hizo con un cohete chino cuya misión principal fue la de poner un satélite de teleobservación de ese país, a la que se sumó otro proyecto de nanosatélite ecuatoriano y otro turco. Como estos lanzamientos son muy costosos, del orden de los 80 millones de dólares, se buscan asociaciones estratégicas para abaratarlos.

Todo este proyecto fue financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, que puso 6.300.000 pesos para hacerlo realidad.

EB