Otra causa de poca importancia distrae a la Justicia rionegrina

Bariloche (ADN).- Un reciente fallo judicial en Bariloche dejó al descubierto que, muchas veces, los Tribunales tienen que dedicar largo tiempo a analizar casos de poca importancia, como el choque que provocó el conductor de un automóvil contra la parte trasera de otro rodado. La situación fue definida como “siniestro de menor entidad” y se reflejó en el monto de la condena: 6.893 pesos.La Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Bariloche examinó hace pocos días los recursos de apelación que tanto el accionante como la accionada y un tercero citado presentaron contra el pronunciamiento definitivo de primera instancia judicial.

Uno de los jueces de ese Tribunal -Edgardo Camperi- otorgó mayor credibilidad a las declaraciones de dos testigos que expresaron con “contundencia y claridad” sobre cómo ocurrió el siniestro, manifestando que el vehículo Ford Ranger se encontraba estacionado sobre la banquina sur de la avenida de los Pioneros y resultó embestido en su parte de atrás por un Renault 19.

Otro testigo reconoció que “hubo tenido una visión tangencial del incidente”, por lo cual su aporte no resultó de la misma entidad que el de las otras dos personas.

“La versión que incorporaran los demandados -salida intempestiva de un garage en retroceso- no hubo sido objeto de acreditación alguna, quedando en una mera hipótesis sin asidero de ninguna especie”, puntualizó el magistrado.

Sobre los daños, interpretó que deben reconocerse los detallados en el presupuesto emanado de una agencia local Ford, porque “coinciden con los daños que pueden verse en las fotografías acompañadas por el accionante. En tal orden de ideas, sabido es que quien ocasiona un perjuicio debe asumir la carga de colocar al damnificado en la misma situación en que se encontraba antes del siniestro, reparando integralmente los daños ocasionados. No más, pero tampoco menos”, indicó el juez.

Estimó que el rubro “repuestos” ascenderá a 4.893 pesos que reconocerá el interés aplicado en el pronunciamiento de primera instancia y de la “desvalorización del rodado” y “daño moral”, entendió  que no pueden reconocerse. “El primero en razón de que los daños sufridos por el vehículo Ford son de menor entidad y una correcta reparación lo dejará en perfecto estado, no habiéndose afectado partes sustanciales de la carrocería ni del chasis. Evidentemente, estamos en presencia de un siniestro de menor entidad”, remarcó.

Con respecto al daño moral, consideró que “es evidente que al tratarse de un incidente menor que no ha producido una mutación disvaliosa en la tranquilidad de la cual gozaba el actor, más allá de las molestias propias de todo incidente (búsqueda de presupuestos, denuncias en las respectivas aseguradoras, toma de fotografías) no corresponde reconocer tan especial concepto, que queda reservado para cuando se han afectado seriamente las condiciones personales del reclamante”. (ADN)

 

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