La Gran Familia ● ADN

8451La Gran Familia es una película española del director Fernando Palacios, filmada en 1963 y tiene como actor principal a Alberto Closas. Cuenta las vicisitudes de un matrimonio con 15 hijos, a quienes se suma un abuelo y un padrino, por la supervivencia de la prole y asegurar su futuro.

Hoy podría hacerse un paralelismo con la Gran Familia Judicial de Río Negro, sobre todo luego del resultado de la reunión de ayer del Consejo de la Magistratura y la designación de camaristas, jueces y demás cargos judiciales vacantes.

El Poder Judicial provincial reafirma un perfil que ha ido construyendo a través de los años con la ayuda tanto de procesos militares como por gobiernos democráticos.

Hablar de la independencia de la Justicia es como hablar de la objetividad en el periodismo. El Poder Judicial está conformado por sujetos que tienen miradas subjetivas de la realidad, opiniones personales sobre el funcionamiento de la Justicia, simpatías políticas e ideológicas y cobija bajo su manto a matrimonios, parejas en convivencia, hijos, sobrinos y otros parientes en defensa de intereses propios.

Pertenecer a la corporación tiene sus ventajas: Jueces y cargos equivalentes tienen garantizada la estabilidad laboral, la intangibilidad de sus salarios y una jubilación del 82 % móvil, estimada sobre un sueldo bruto que contempla la bonificación por antigüedad desde el año en que recibieron el título de abogado, a este cálculo previsional hay que sumar el 40% de zona.

También la menor edad para jubilarse y una dudosa interpretación los exime del pago del impuesto a las ganancias, cuando el resto de los mortales abona el tributo, incluidos cientos de miles de jubilados.

Estos privilegios distinguen al Poder Judicial del resto de los poderes del Estado. La trilogía antes mencionada reclama en jueces lealtad y conductas corporativas, siempre atentos a no ser vinculados al poder político mientras son altamente sensibles a las presiones de los poderes económicos, de apellidos y familias “ilustres” y del ojo atento del “diario”.

La Justicia de manera irresponsable no tuvo previsión sobre la cantidad de jueces que dejarían sus cargos para acogerse al beneficio jubilatorio del 82% móvil y de esta manera se sucedieron las vacantes en distintas cámaras y juzgados que funcionaron con subrogantes.

Al menos ahora se decidió designar los reemplazos y poner en marcha al Consejo de la Magistratura, luego de exámenes a los postulantes y entrevistas.

Los nombramientos en la Justicia premian a los funcionarios de la corporación, privilegian la experiencia y defienden la carrera judicial en términos generales. No alcanza con tener el mayor puntaje en el examen sino que se atienden otras cuestiones que terminan por legalizar más de una injusticia.

Se premian a jueces de dudosa capacidad, pero se reconoce que “siempre trabaja”. Concursantes que terminaron en quinto lugar luego son ascendidos por su experiencia y contar con un familiar en el gobierno y así se suceden las designaciones en la mayoría de las circunscripciones moviendo el tablero interno y sin espacio posible para los abogados de la matrícula que bregan a diario desde un bufete local.

Este sistema siempre será centrífugo para la corporación ¿Quién pone en riesgo la estabilidad, la intangibilidad y la jubilación de privilegio? Precisamente estas actitudes hacen que los abogados de la práctica liberal de la profesión renieguen de presentarse en los concursos judiciales.
Mientras la familia judicial completa su organigrama repartiendo favores y privilegios aún está en deuda el debate sobre ¿qué Justicia queremos los rionegrinos?

A esta respuesta también conspira la indolencia del gobierno y la desidia del parlamento para dar el debate necesario e imprescindible.

Resulta paradigmático que el propio gobernador Alberto Weretilneck, ministros y legisladores oficialistas se expresen a favor del proyecto Cristina Fernández para democratizar la justicia y en Río Negro un lento paquidermo le pasa delante de las narices.

Queda ahora designar al tercer vocal del Superior Tribunal de Justicia, lugar que en teoría corresponde a la primera circunscripción judicial y comprometido por el gobernador ¿será una mujer? Y la frutilla de la torta de crema la ampliación a cinco miembros del máximo tribunal rionegrino.