El Tribunal de Cuentas está en virtual acefalía

Viedma (ADN).- El organismo de control tiene un integrante menos. Ello, más la persistente ausencia de Huentelaf, complica su funcionamiento. Surgen quejas en el Gobierno.El Tribunal de Cuentas funciona prácticamente con un solo vocal. A la renuncia de Mario Sabbatella se suma la persistente ausencia de Juan Huentelaf, quien, las últimas tres semanas no estuvo en Viedma.

Ello impacta en su funcionamiento. Según el artículo 3º, el Tribunal de Cuentas adoptará sus decisiones mediante «acuerdos» y que sus decisiones se dictarán por “mayoría”. Al ser un organismo tribuno, requiere de su total integración de sus miembros titulares para dictar resoluciones o, al menos, designar suplentes.

En el seno del Gobierno ya comienzan las críticas hacia ese organismo de control. Asumen que sólo con la labor de su titular, Erika Acosta, no basta para que cumpla con su rol. Incluso, fuentes oficiales aseguran que “el movimiento es prácticamente nulo”.

Y anticipan que en “breve” se resolverá el perfil del sucesor de Sabbatella. (ADN)

 

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