El pueblo de Fiesta en Fiesta • Gustavo Gennuso

En la escuela, los directivos y docentes, ya sabíamos lo que venía. Las agrupaciones gauchas del barrio nos iban a pedir donaciones para comprar una bandera, Algunos alumnos nos pedían salir un rato a ensayar con su grupo de deportes o de baile o incluso de iglesia. Y en la misma escuela se empezaba a pintar el cartel acorde a la ocasión . Asumo la culpa , nunca nosotros habíamos motivado este movimiento . Sin embargo estaba en la gente . Y como me enseño alguien muy conocedor, me di cuenta que es cierto que «El pueblo vive de fiesta en fiesta» .
El motivo de tanto revuelo era la fiesta del 3 de Mayo , aniversario de Bariloche. Y si bien la fecha tiene sus cuestionamientos cuando repasamos la historia, la misma se instaló en las personas que vivían y viven por aquí.
Esta más que claro que las comunidades además de satisfacer sus necesidades físicas también se alimentan de lo simbólico que va conformando identidad y por ende cultura. Tratándose de Bariloche esto no es menor .

Una ciudad donde uno de sus problemas principales es identitario, donde conviven varias comunidades que se dan la espalda, no puede deshechar las oportunidades de integración que se le presentan . El 3 de Mayo es una de esas ocasiones. La gente se prepara para ese día. Todos hemos estado en ese interminable desfile, ya sea desde la calle junto con algún grupo de pertenencia, o desde la vereda esperando ansiosos los segundos de paso de nuestros hijos frente al palco engalanado para la ocasión.
Interpretar el 3 de Mayo como un día de pérdida de clases solo puede darse desde los que desconocen la importancia de la integración comunitaria. La decisión de la provincia pasa por encima de las necesidades de nuestra ciudad. Puedo asegurar que el solo hecho que los distintos barrios y sectores de Bariloche se miren a la cara en un lugar común , en una fiesta, vale más que mil horas de matemática. Al fin y al cabo las efemérides patrias jugaron un rol fundamental en la conformación de identidad de un país donde ya en 1915 tenía más habitantes con sangre inmigrante que propia.
Poniéndome un poco legalista puedo argumentar que las autonomías municipales proclamadas en la constitución del 94 promueven que sean estos quienes puedan decidir sobre la modalidad que se le da al día del cumpleaños de la ciudad. Así, como desde el gobierno nacional se proclama un sentido para cada uno de los 19 feriados anuales , desde las ciudades podemos proclamar nuestras propias necesidades. No puede la provincia imponer sus caprichos desconociendo la autonomía municipal.
También en estas cuestiones reside lo que proclamo como poder local que permita ganar autoestima a Bariloche y la posicione como una de las grandes ciudades de la provincia y el país.
Gustavo Gennuso