Vallaza “Que siga el cambio en Río Negro sin buscar chicos expiatorios”

Opinión. En primer término quiero dejar en claro que con mi grupo hemos participado activamente en el inicio de la gestión del Intendente Goye, aportando en la formación de un equipo para el área de Desarrollo Humano de la Municipalidad.

Este equipo estaba formado por gente con un alto grado de experiencia, compromiso, militancia social y formación profesional para dicha área. En ese momento, estaba en total sintonía con el equipo que armamos en la Provincia para Desarrollo Social, a partir de la decisión de Gobernador Soria de elegirme como Ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Río Negro.

A la vez, estábamos en sintonía con la políticas sociales nacionales, teniendo el escenario ideal para una inmejorable gestión, terminando con muchos años de mal uso de los recursos sociales.

Ambos equipos, el Municipal de Bariloche y el Provincial compartíamos los mismos objetivos: eliminar el clientelismo político y el asistencialismo, acabar con la discrecionalidad en el manejo de recursos, capacitar y profesionalizar a los trabajadores, terminar con el trabajo en negro en el Estado, fortalecer las organizaciones sociales, y que se deje de utilizar el área social como “botín electoral” para el reclutamiento de tropa y para armar fuerzas de choque.

Nos proponíamos también fomentar la “Promoción de Derechos” como ejes de la gestión, priorizando la promoción social y la organización comunitaria como alternativa al reparto de comida y a la utilización de esta área para fortalecer a los punteros políticos.

Lamentablemente, el Intendente Goye terminó en pocos meses con este equipo y los hizo renunciar.

Allí finalizó nuestra construcción colectiva con Goye, ya que nos echó del Gobierno Municipal, para utilizar el área social para otra cosa, totalmente distinta a lo que nos proponíamos.

La gestión municipal en política social entró en una pendiente hacia abajo que se evidencia claramente implosionando en los hechos lamentables que todos conocemos.

Seguramente el cambio de rumbo en la política social municipal, fue una cosa más en muchas otras que múltiples sectores de la comunidad barilochense le critican al actual Intendente.

Sin embargo, porque creemos en los mecanismos de la Democracia, y porque creemos que la democracia se mejora con más democracia, entendemos que debe ser la ciudadanía barilochense la que instrumente los medios que la misma democracia dispone, si considera que su Intendente elegido por la ciudadanía tuviere que renunciar.

Respetamos la opinión que puedan tener tanto el Senador y el Gobernador -y valoramos que tengan instancias de diálogo entre ellos-, pero entendemos que no es más que la opinión de dos ciudadanos más – indudablemente de importante jerarquía- pero que no forman parte de la ciudadanía de la comuna barilochense.

Creemos que los hechos del 20 de diciembre fueron realmente una situación no deseada para Bariloche, pero también entendemos que es difícil medir quién es el que tiene mayor grado de responsabilidad institucional en los hechos que sucedieron. Puede ser motivo de discusión y de polémica el grado de responsabilidad del accionar municipal y del accionar provincial, pero es claramente parcial querer responsabilizar al Intendente como el único responsable, convirtiéndolo en el chivo expiatorio de esta cuestión.

 

De hecho es de público conocimiento, que los cambios realizados por Goye en las políticas sociales -priorizando supuestos “armados políticos” y alianzas con “grupos partidarios”, en detrimento de la profesionalización del área y la eliminación del clientelismo asistencialista- son muy similares a los realizados en la Provincia, donde se entrega el ministerio a un sector vinculado al “armado nacional”, y se reparten cargos a distintos referentes políticos, postergando programas en marcha, retrasando el aporte a las organizaciones sociales y a los municipios que no son “del palo”, y muchos otros retrocesos que los mismos trabajadores del área pueden testimoniar cotidianamente.

La problemática social es tan importante como cualquier otra área de gobierno, y debe ser tratada con el mismo nivel de seriedad, profesionalismo y recursos adecuados..

La mayoría de los análisis de los hechos de diciembre se focalizan en la cuestión policial y de seguridad, y/o en supuestas confabulaciones opositoras, que sólo analizan los síntomas, pero no profundizan en las causas del problema.

Invisibilizar la cuestión social, creyendo que todo se soluciona repartiendo víveres o prebendas, o seguir utilizándola para prácticas políticas que ya debieran quedar en el olvido, poniendo en cargos de responsabilidad a gente que no tiene formación específica ni experiencia demostrada –bajo el rótulo eufemístico de que son “militantes”- son todos factores que echan nafta al incendio.

Las autoridades municipales y provinciales deben tener un momento de reflexión y de diálogo con los actores que conocen estas problemáticas, para encontrar los mejores caminos de construcción de una democracia más sólida, más igualitaria y de mayor calidad institucional, que genere los mecanismos pertinentes y fortalezca las redes sociales para construir una sociedad más justa fraterna y solidaria.

Esta meta está aún muy lejos de la situación actual de la Provincia de Río Negro, reflejada en los hechos que sucedieron en Bariloche (y apenas se evitaron en Viedma y Cipolletti por el oportuno accionar de las fuerzas de seguridad) en los días de diciembre pasado.

Tanto las organizaciones sociales, los profesionales, técnicos e idóneos que venimos trabajando toda nuestra vida en lo “social” estamos siempre dispuestos a aportar lo que haga falta para transformar esta realidad. Ésa es nuestra “forma” de hacer política – bien distinta a lo que ya conocemos-, y creemos que puede ser mucho más efectiva que las soluciones que aparecieron en estos días…

 

Opinión

Licenciado Jorge Luis Vallazza

DNI 12975453

Título original: “Bariloche para los barilochenses, y que en Río Negro el “cambio” se siga concretando realmente, sin buscar chivos expiatorios”