“Un año es suficiente” ● Miguel Saiz

Por estas horas se cumple el primer aniversario de la trágica desaparición del gobernador Carlos Soria y en consecuencia también estamos cumpliendo un año desde que Alberto Weretilneck se hizo cargo del Ejecutivo provincial.

Debemos coincidir en que las circunstancias que lo ubicaron en ese lugar fueron absolutamente dolorosas y que encontrarse en pocas horas allí no debe haber sido una tarea sencilla. El mismo Gobernador afirmó hace unos días atrás, que su figura no tenía la legitimación y el liderazgo de su predecesor y que por ese motivo consideraba que estaba al frente de un gobierno de transición.

Ahora bien, no tener legitimación o ser parte de una transición, no lo habilita al Gobernador a pasarse todo un año no haciendo otra cosa que echarle la culpa a los 28 años anteriores de su vida.

Creer que siempre el otro tiene la culpa de lo que le sucede a uno es una irresponsabilidad, más aun cuando se pretende conducir o liderar. Es una actitud de impotencia, como mínimo, no asumir la parte que le toca a uno y quedarse, así, en una postura de comodidad, esperando que las cosas cambien por sí solas.

Empezar a confiar en nuestros propios recursos, y reconocer y aprender de los errores cometidos es parte del proceso para pasar del papel de espectador al de protagonista.

El individuo que asume, en el guion de su vida, la postura de víctima, suele relatar las cosas que le ocurren como ajenas a él, como consecuencia de las circunstancias o de la acción de otros, nunca de su propio comportamiento.

La solución es dejar de hacerse la víctima y ver que la culpa ha sido una negligencia de uno mismo, lo mejor es asumir la responsabilidad y dejar de culpar a los demás.

Era previsible, y hasta “entendible” que buscara refugiarse en todo lo mal que se había hecho. Era previsible que, por un tiempo, se seguiría en lo que fue la estrategia de campaña del Frente para la Victoria, basada en las denuncias, nunca comprobadas, de corrupción, desidia e inoperancia.

Era previsible que esa fuera la idea para poner las cosas “en acción”. Pero, hasta cuándo?. Un año es demasiado tiempo para buscar refugiarse en los presuntos errores de los otros, que además refiere a los gobiernos que fueron elegidos democráticamente por la voluntad popular de los rionegrinos y ratificados cada cuatro años.

No es culpa de los anteriores tener la mayoría de las áreas virtualmente paralizadas, funcionarios que no pueden conducir por desconocimiento, Ministros que opinan públicamente en forma diametralmente opuesta a la del gobernador, un superávit mentiroso, un obra pública paralizada,  errores administrativos y jurídicos, una desmesurada pelea interna, una alarmante situación de inseguridad, fugas de presos semanales, la policía defendiéndose con gomeras, una cada vez mayor planta de funcionarios con sueldos exuberantes e inconstitucionales, enfrentamientos y rencores con intendentes, etc,etc,etc.

Lo que sí es culpa del gobierno anterior es que durante éste 2012 que finaliza, se hayan cortado las cintas en más de setenta obras que gestionó, adjudicó y construyó la pasada administración.

Un año es ya mucho tiempo. También es más que suficiente para que todos podamos evaluar conductas y eficacia de gestión. El objetivo no es sólo “gestionar” sino que se debe “gobernar”.

El filósofo Etienne Gilson decía que el vademécum del realista empieza por afirmar que las cosas existen. Es el punto de partida de los prudentes, de los que contemplan la realidad tal cual es; atributo necesario para el ejercicio del mando. Agregaba el francés que en las antípodas están los orates y los trastornados.

 

Dr. Miguel Saiz

Ex-gobernador de Río Negro