Día de la Democracia y los Derechos Humanos ● Silvina García Larraburu

Pasaron casi tres décadas desde que los argentinos recuperamos la democracia, nuestros derechos y la condición de sujetos, que la última dictadura cívico-militar había pisoteado hasta el hartazgo.  En estos 29 años volvimos a las urnas, única vía posible de legitimación que tiene una república.

De todas formas allí no se agota nuestra responsabilidad ciudadana, no es cuestión de votar metódicamente cada dos años y concluir nuestra participación en esta instancia. La consolidación de una democracia plena se construye activamente mediante el permanente debate en la esfera pública. Gracias a este accionar se fueron democratizando distintos espacios sociales, de eso se trata la victoria popular: crear una sociedad más plural, en dónde todos y todas nos sintamos parte de un colectivo.

Sinceramente esperábamos recibir al lunes 10 de diciembre con la plena democratización de los medios de comunicación audiovisual. Pero lo sucedido el jueves pasado, más que desanimarnos, debe volver a encender nuestra lucha militante con la firme certeza que las victorias populares sólo se consiguen mediante la unión y organización de las grandes mayorías. Ellos podrán tener el poder del dinero y las influencias, pero nosotros tenemos convicciones e ideales invaluables.

Para finalizar, me gustaría llamar a la reflexión sobre el accionar de la Cámara Civil y Comercial Federal. Si unos jueces amigos de una de las partes litigantes pueden burlarse de una Ley mandada por el ejecutivo -el cual revalidó su mandato con el 54% de los votos-, del legislativo que la debatió en profundidad y la sancionó por amplia mayoría, y hasta de la mismísima Corte Suprema, ¿no será tiempo de democratizar también al poder judicial?. Dejo el interrogante, con la sola intención de abrir el debate.

 

Silvina García Larraburu,

Diputada Nacional.