Jueza criticó a la familia de Soria por ocultar información

Roca.- En el fallo de la Cámara Primera en lo Criminal de General Roca se cuestionó duramente a la familia del asesinado gobernador Carlos Soria y a las amigas de su esposa, la condenada Susana Freydoz, por haber ocultado información clave durante el juicio oral.

La jueza Silvina García Balduini, que votó por condenar a la imputada a prisión perpetua, consideró que en función de resguardar aspectos privados de la pareja, que no deberían serlo para el juicio, «omitieron» datos relevantes, como la supuesta infidelidad de Soria.

«Asistimos con perplejidad a testimonios que omitieron datos de cuestiones privadas. Sabían más de esa intimidad, privándonos de datos de lo que ocurrió y sus razones, que debimos construir nosotros», sostuvo.

Señaló que «por los testigos sabemos que algo subyacía en el matrimonio, desde siempre, una aparente infidelidad de Soria», pero lamentó que «nadie fue concreto», apreciando que esas declaraciones intentaron hacer creer que Freydoz actuó como si fuese «loca».

Además, fue especialmente crítica con el testimonio de la hija del matrimonio, María Emilia Soria, quien junto a su novio, Mariano Valentín, fueron los únicos que estaban esa noche en la chacra familiar donde ocurrió el homicidio.

La joven dijo que minutos antes del disparo estaba con Freydoz acomodando las cosas de la cena, cuando de pronto la mujer dejó una bandeja de vasos con brusquedad y entró al cuarto detrás de Soria, cerrando con un portazo.

Agregó que, luego, sobrevino una violenta discusión a la que siguió el disparo, en la que entre otras cosas oyó a su padre decir: «Mañana junto mis cosas y me voy».

García Balduini señaló que esa frase «fue una omisión inicial y un agregado posterior», y recalcó que al ser apuntado a la cabeza con un arma, Soria no reaccionó porque estaba dormido o semidormido.

«Soria estaba desprevenido, yacente, con los ojos cerrados, semidormido, dormido o aletargado. No vio que lo apuntaban. Si hubo discusión previa, no fue violenta sino tenue, y tuvo un corte inmediato», precisó, y consideró «poco creíble» el testimonio de María Emilia.

No obstante sus dos pares, Carlos Gauna Kroeger y Fernando Sánchez Freytes, dieron crédito a la última y violenta discusión, más allá de las frases consignadas. En particular tomaron el grito de Freydoz «vas a hacer que me mate» como desencadenante del disparo contra su marido.

Con respecto al alegato del defensor Alberto Ricchieri, el tribunal fue unánime en el rechazo y validaron las pericias del psiquiatra oficial Ricardo Risso, la autopsia de los médicos forenses y las pruebas recogidas en la investigación, descartando el conjunto de trastornos mentales que le adjudicó a Freydoz el psiquiatra de parte, Raúl Cornaglia.

También criticaron las objeciones a las pericias en el dormitorio del crimen y los cuestionamientos a los intentos médicos por reanimar a Soria, planteados por la defensa para introducir una «concausa», repartiendo la responsabilidad del homicidio, en la base de que la víctima estaba viva cuando llegaron en su auxilio.

Ese planteo se hizo en base al testimonio del hijo mayor del matrimonio e intendente de General Roca, Martín Soria, y Mariano Valentín, quienes dijeron creer que la víctima «respiraba y se ahogaba».

 

 

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