Fiscal dice que es «incompatible» con los hechos la versión del intento de suicidio

Roca (ADN).- La versión de un supuesto intento de suicidio de Susana Freydoz, que accidentalmente terminó hiriendo fatalmente a su esposo el extinto gobernador rionegrino Carlos Soria que esgrimió la defensa en la jornada de alegatos, fue desestimada por la Fiscalía ya que entendió que la mecánica del hecho fue «incompatible con un intento de suicidio» y remarcó que la acusada debió sostener el pesado y voluminoso Smith & Wesson Special calibre 38 con ambas manos y efectuar una presión de 7,5 kilogramos sobre la cola del disparador para efectuar el disparo contra la víctima. De acuerdo a la reconstrucción que efectuó la fiscal de Cámara Laura Pérez durante la jornada de los alegatos, el fatídico hecho ocurrió entre las 3.45 y las 3.55 del 1° de enero en el dormitorio matrimonial de la chacra 194 que posee la familia en Paso Córdoba, a 10 kilómetros del centro de General Roca, donde además del matrimonio estaban su hija menor María Emilia y su novio, Mariano Valentín.

Para la fiscal, Freydoz tomó el arma de la mesa de luz de Soria, extrajo el arma y dejó la cartuchera sobre el piso al lado de la cama. Desde los pies de la cama con ambas manos dirigió el arma hacía Soria que estaba acostado sobre su espalda, con la cabeza en la almohada y las piernas cruzadas, en ese momento efectuó una presión de 7.5 kilogramos sobre el gatillo del revólver sin amartillar -lo que se conoce como disparo en doble acción- descargó un tiro que impacto en el rostro de Soria a la altura de la mejilla izquierda, el proyectil provocó heridas hemorrágicas y destructivas en el cráneo y el cerebro que los médicos forenses posteriormente establecieron como la causa de la muerte.

La parte acusadora sostuvo que las pericias efectuadas en la escena, el cuerpo de la víctima y en el arma apuntan a ese escenario y no a un fallido intento de suicidio que derivó en un homicidio.

Descartó además la posibilidad de un forcejeo.  También consideró que en base a los testimonios y a las acciones de Freydoz posteriores al disparo acreditan que al momento del hecho había luz en el interior de la habitación, la suficiente para ubicarse espacialmente y para ver el daño que el disparo había efectuado sobre su esposa, ya que tras la detonación la imputada le gritó a su hija «Emilia, una ambulancia».

Pérez concluyó también que se trató de un disparo voluntario, con un motivo ya que ocurrió en medio de una acalorada discusión. También refirió a que tras el disparo Freydoz no expresó, ni dio a entender que se hubiera tratado de un acto involuntario o accidental. Sobre la asistencia y traslado de Soria detalló que a las 4 de la madrugada se alertó a la Policía y al Hospital, inmediatamente partió una ambulancia que llegó a la chacra a las 4.15 y regresó a la Guardia con la víctima sin signos vitales a las 4.30, finalmente a las 4.47 en la Unidad de Terapia Intensiva se pone fin a las maniobras de reanimación y se confirma oficialmente el fallecimiento del fugaz mandatario que sólo estuvo 21 días en funciones.

La fiscal también valoró que a poco de ocurrido el hecho el Juez Emilio Stadler y el fiscal Miguel Fernández Jadhe se presentaron en la escena y ordenaron la realización del dermonitrotest que es un prueba que permite orienta la búsqueda de un supuesto tirador y que dio positiva en la mano derecha de Freydoz.

También apeló a las pericias sobre el arma, los proyectiles, las pruebas de disparos y los exámenes que se hicieron sobre tejido de la herida extraído del cuerpo para determinar la distancia de disparo.

Confirmó además que las pericias demostraron que el proyectil deformado extraído el cráneo de la víctima correspondía a la única vaina servida que había en el tambor del revólver S&W 38 especial (serial 271671), que los investigadores hallaron sobre la mesa de luz de Soria y que después de Freydoz habían manipulado brevemente María Emilia y su novio, la primera sacándosela a su madre y el segundo retirándola de la cama cerca de la víctima y dejándola en la mencionada mesita. Todo confirmaba que el arma del padre de Freydoz, que Soria había registrado a su nombre cuando este falleció, había sido la utilizada en el crimen. La fiscal dejó constancia en su alegato que Freydoz ya había disparado con ese revólver en la chacra, situación que fue confirmada por uno de los hijos en su testimonial. (ADN)

 

ADN