Alto Construcciones, de los pibes del alto de Bariloche

Bariloche.- Desde principio de Agosto de este año se está llevando a cabo en el alto de Bariloche una experiencia inédita. A través del acuerdo entre un grupo de 10 jóvenes, el Ministerio de Desarrollo Social dela Provincia y una escuela de gestión social, se conformó el grupo “Alto Construcciones”; el nombre fue elegido por los mismo jóvenes de entre 18 y 20 años, algunos ex alumnos de la escuela de oficios (post primario) y otros que habían abandonado los estudios hace años.

 

Los jóvenes cumplen un horario de 4 horas de lunes a viernes que ellos mismos decidieron en las instalaciones de la escuela, durante ese tiempo se organizan como grupo de trabajo, piensan y desarrollan ideas sobre productos, y los construyen con esmero, y de esta manera se capacitan prácticamente en herrería y carpintería, pero mucho más importante aún, aprenden a organizarse para crear trabajo, este último es el objetivo esencial del proyecto, lograr a lo largo de los próximos 2 años que se genere una nueva empresa/cooperativa/asociación de trabajadores (ellos elegirán la forma) en el alto de Bariloche, compuesta por jóvenes que quieren arrancar su vida laboral a través de un trabajo digno.

 

La escuela aporta las instalaciones de su taller a contraturno de sus actividades, el Ministerio de Desarrollo Social financiará (conjugado en futuro porque todavía no se ha concretado, pero nos aseguran que es inminente. La salida de Jorge Vallaza y su delegada Mirta Elvira, con los que originalmente se hizo el acuerdo generó varios días de seria incertidumbre al punto de pensar en desarmar lo andado, pero el nuevo ministro Paillalef a través de la delegada zonal Yaneth Lamuniere aseguró la continuidad del acuerdo más allá del atraso) la compra de herramientas, un pago durante los primeros meses de 1000 pesos por joven para sostener el envión inicial necesario de cualquier emprendimiento (remuneración que irá gradualmente siendo reemplazada por el producido de las ventas de lo fabricado), la compra de materiales, y el pago a 2 capacitadores que guían a los jóvenes. Uno de los capacitadores es Javier Silva con amplia trayectoria en promoción social y gran conocimiento en manejo de grupos con adicciones y el otro es quien escribe estas palabras, los dos tenemos estudios técnicos que vamos aportando al proyecto pero sobre todo el convencimiento de que los jóvenes de los barrios de Bariloche necesitan y tienen el derecho a tener las oportunidades que el sistema actual les niega permanentemente.

 

La Red Solidariahizo su parte con una campaña para recolectar termotanques en desuso, los que tras varias horas de trabajo se reciclan convirtiéndose en salamandras y chulengos, el otro producto pensado inicialmente es una cuna para bebés que iba a ser recomprada a precio social por el estado para regalársela a cada niño que naciera en el hospital público, de esta forma se aseguraba un espacio nuevo para los nuevo integrantes de las familias de los barrios más carenciados de la ciudad, esos bebés que ante la imposibilidad de una alternativa muchas veces duermen en las camas de los mayores con los muchos problemas que esto puede ocasionar.

 

Es muy emocionante ver a los mismos pibes que un gran porcentaje de nuestra sociedad discrimina y cree un colectivo perdido, llegar temprano con sus mamelucos, tomarse unos mates creando los lazos necesarios de amistad, y empezar el día de trabajo contentos, alegría que se multiplica al ver los logros que día a día sorprenden a todos los que visitan el taller.

 

Las adicciones, la delincuencia juvenil, la falta de estudios no deben ser nunca vistas como una decisión por la que se les debe pedir cuenta a nuestros jóvenes, sino como la consecuencia a la que los arrastra la realidad en la que viven, esa realidad que tiene responsables con nombre y apellido fácilmente identificable en cada ciudadano que a través de un cargo político o un puesto empresario marcan los lineamientos económicos de nuestra ciudad/provincia/país, irónicamente estos mismo responsables son los que después proponen mano dura para estos jóvenes.

 

El proyecto de país que vino a imponer a costa de vidas la última dictadura, ese que llegó a su paroxismo durante la década del 90, logró rebajar drásticamente la calidad de vida de las capas más humildes de la población, esa vulnerabilidad estructural tiene como principal disparador la falta de trabajo, y es esa falta de trabajo la que genera la peor consecuencia: el desmembramiento de la familia, rota la estructura familiar los chicos se “hacen” en la calle, las adicciones, la delincuencia juvenil, el abandono de la escuela, no son más que las consecuencias de esta situación convertidas en los códigos de supervivencia de los jóvenes; para peor estas prácticas están muchas veces nefastamente promovidas y organizadas por algunos miembros de fuerzas de seguridad y algunos empresarios que corrompidos se enriquecen a costa de nuestros jóvenes, los que terminan pagando con sus vidas esta espiral de violencia en la los dejó el resto de la sociedad.

 

Los pibes de Alto Construcciones están demostrando que otro mundo es posible, pero lo más importante es que lo están demostrando ellos, de todas las partes que componen este proyecto son ellos los que menos han dudado, los que menos han fallado, los que menos han tardado en creer, los que más esfuerzo han aportado, sus familias deben estar orgullosas, ellos se lo merecen de sobra.

 

Fernando Fernández Herrero