Encubrimiento y dudas en el affaire de los cheques de VIARSE

Viedma (ADN).- A menos de cinco días de haber vencido el primer cheque -el 29 de septiembre- de los cuatro que se declararon robados en VIARSE, trascendió que este valor de 48.000 pesos fue rescatado o «pagado» a su tenedor, que sería un conocido arquitecto de esta ciudad, previa retención del 12 por ciento de usura.Ese cheque también se intentó cambiar con anterioridad en una financiera local, pero ojos precavidos hicieron notar que faltaban los endosos correspondientes.

Los cheques fueron librados por el titular de Vialidad, Néstor Bidegain, acompañando con la firma de Matías Bogado, gerente Económico Financiero de VIARSE, y emitidos con fechas diferidas; el primero ya venció y los tres restantes estarían en poder de una financiera de Carmen de Patagones, según fuentes de la empresa.

La empresa vial denunció la falta de la chequera que, a decir de empleados, siempre se guardó en la caja fuerte de la Tesorería y sólo una grave negligencia puede haber permitido su sustracción.

De esta historia surge la renuncia del asesor legal Juan Pablo Beacon, designado por Bidegain. Ese letrado era el abogado del sindicato vial y aparece como responsable de la chequera supuestamente robada.

En Vialidad recuerdan la resistencia que tuvo en su momento el nombramiento de Beacon por parte del secretario Legal y Técnico, Nicolás Rochas, entre otros, en razón de haber sido candidato a intendente de Viedma por el ARI.

Lo cierto es que los cheques denunciados no corresponden a pago alguno o erogación corriente de la contabilidad del organismo provincial.

Otra argumentación oficial, atenta a la probable aparición de los valores, hace referencia a una posible falsificación de las firmas. Sólo una suposición que podrá dilucidar un perito calígrafo siempre y cuando los cheques aparezcan.

Por otra parte, y ante la denuncia policial -con la correspondiente comunicación a las entidades bancarias- no sería posible su cobro, lo que no significa que el poseedor o los poseedores de los cheques inicien acciones legales para cobrarlos una vez certificadas las firmas correspondientes.

Lo curioso también es que de la chequera en cuestión salieron los cheques con que se pagó a la empresa contratista Polinauta, vinculada a la firma de venta de  materiales, que mantiene a su cargo el camino de La Cuchilla.

Este pago motivó peleas entre funcionarios en el marco de presiones políticas.

Lo que podría encuadrarse en una simple investigación administrativa tiene otros ribetes vinculados a la interna de VIARSE, que tiene como punto de partida cuando -en febrero- el entonces ministro de Producción, Juan Manuel Pichetto y otros dirigentes habrían solicitado a ejecutivos de VIARSE que se pague la deuda con Polinauta, con tres cheques diferidos a marzo, abril y mayo.

De este requerimiento fue informado Bidegain, quien no puso objeciones por tratarse de un pedido emanado de autoridades del Ejecutivo, un procedimiento con antecedentes como cuando Julián Goinhex, secretario General de la Gobernación, pidió por las facturas adeudadas al diario Río Negro, LU19 y a una revista editada en Viedma, que debieron rescatarse del Tribunal de Cuentas para saldar las deudas. Tampoco en estos casos se sabe si el gobernador estaba informado.

El pago a Polinauta desató la tormenta cuando se enteró Alberto Weretilneck, quien había dispuesto el control de los pagos junto con el Contador General. El mandatario juzgó la medida tomada en el organismo vial como una desautorización a su persona, incluso frente al reclamo de otros acreedores. Fue entonces que Néstor Bidegain resolvió el tema, ante el enojo del gobernador, deslindando  responsabilidades y acusando a funcionarios del organismo, que terminaron pagando con sus renuncias y otras medidas administrativas, cuando simplemente habían respondido a requerimientos de encumbradas autoridades del gobierno.

Siguieron luego los movimientos internos y se agudizó el distanciamiento entre el titular de VIARSE con Eduardo Geotonini, miembro del directorio y Arturo Legaz, jefe de Area, este último había sido mencionado por el propio gobernador como posible titular de la próxima Vialidad Provincial.

A su vez, Bidegain se refugió en Aníbal Porro, vicepresidente y gerente general, el gerente Institucional Hugo Guerra, el gerente Económico Financiero, Matías Bogado, y los asesores legales Juan Pablo Beacon y Sandra Barrios.

Esta situación que, como ya dijimos, se origina en febrero comienza a agravarse en el marco de la interna del gobierno, por cuanto el titular de VIARSE se identifica claramente con Miguel Pichetto. En plena crisis apareció fotografiado junto al senador y los intendentes de San Antonio Oeste y Sierra Grande, en el despacho del senador anunciando obras para esos municipios.

A su vez, Bidegain, que aspiraba a quedar en Vialidad, sintió que el devenir de los hechos internos del organismo lo alejaba de sus pretensiones e intentó revertir la situación a costa de antiguos empleados jerarquizados y funcionarios que habían iniciado su gestión en el primer mes del año.

Néstor Bidegain dejará finalmente la intervención en VIARSE que será liquidada, pero tampoco presidirá Vialidad Provincial. Dejará el organismo en medio de dudas, encubrimientos y procedimientos tantas veces sospechados en la gestión anterior. (ADN)

 

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