Vida Silvestre se opone a incentivos económicos para matar pumas en Río Negro

Viedma (ADN).-La Fundación Vida Silvestre reclamó  a las autoridades rionegrinas la derogación  dela Ley Provincial Nº763/72, que ofrece  incentivos económicos a los productores ganaderos para que maten pumas en sus propiedades. También, solicitó  la puesta en vigor de medidas alternativas no letales de regulación de la incidencia de pumas sobre especies domésticas.

 

Al mismo tiempo, la Fundación lanzó una campaña de junta de firmas para reforzar este pedido: www.vidasilvestre.org.ar/pumas.

La reconocida entidad expresó preocupación por hechos de caza indiscriminada de pumas en Río Negro.

“El conflicto entre productores agropecuarios y animales silvestres es tan antiguo como la actividad misma. En el mismo lapso, y con un énfasis dramático en las últimas décadas, los ecosistemas silvestres y las especies que los habitan han ido perdiendo esta disputa sin consideración de lo que se pierde con ello en términos de servicios ambientales como la calidad del agua, de los suelos, secuestro de gases de invernadero, control de especies portadoras de zoonosis, y desarrollo de actividades económicas no extractivas como el turismo –tanto o más lucrativas que las otras y con mejor distribución de los beneficios”.

 

“Es decir, cuando se implementan este tipo de medidas sabemos lo que ganamos pero no tenemos dimensión de lo que perdemos con la pérdida de biodiversidad y servicios ambientales.” sostiene Andrea Michelson, coordinadora de Áreas Protegidas de Vida Silvestre.

 

Agrega: “En el caso del puma, si bien reconocemos que en determinadas circunstancias representa un problema para la producción ganadera, ha sido demostrado científicamente que estos casos están relacionados con algunos individuos que se acostumbran a predar sobre animales domésticos. Siendo este un problema puntual, proponer un incentivo, utilizando fondos públicos para un control no específico, atenta contra la convivencia de la producción con la conservación de los ecosistemas y sus especies”, concluye Michelson.

 

El ataque al ganado no constituye en sí mismo un evento aislado, sino que es consecuencia de una serie de factores ambientales dinámicos. La competición del hombre con el felino por los mismos recursos alimenticios, eliminado por medio de la caza o forzando el desplazamiento de sus presas silvestres, puede provocar la disminución en las densidades de estas últimas y el establecimiento del ganado como única oferta alimentaria. Las prácticas y manejo ganadero y, finalmente, la distribución y la falta de presas son factores que predisponen a la especie a la depredación de animales domésticos, menciona la representa dela  Fundación.

 

“Sabemos que la importancia económica y social de la actividad ganadera es fundamental. Pero también consideramos que existen hoy, alternativas válidas y viables para reducir un eventual daño por parte del puma a esta actividad. Desde un control selectivo, hasta el uso de los mismos recursos que van hoy a incentivar una caza no específica, en forma de compensación por daño. En el medio, existen medidas de manejo del ganado que pueden promoverse para reducir la incidencia de la predación. Entre ellas, un manejo diferencial de los rodeos, ubicando  a las clases de edad más vulnerables en sitios controlados o de menor incidencia de  ataques”, destaca Michelson.

 

“Esta problemática tiene relevancia no sólo desde una perspectiva ética, biológica o práctica, sino también desde un punto de vista legal.La Ley Nacional22.421, de Protección y Conservación dela Fauna Silvestre, declara al puma de interés público, haciendo de su protección y uso racional una obligación del Estado. A su vez, de tomarse decisiones en ausencia de certezas científicas, se vulnerarían los principios sostenidos porla Ley Nacional25.265 (Ley General del Ambiente)”.

 

“Creemos que el desarrollo de una actividad ganadera puede ser perfectamente compatible con la conservación de los ecosistemas naturales y las especies. De hecho, hace 5 años que venimos trabajando con productores ganaderos de la provincia de Buenos Aires, en la puesta en marcha de un sistema de pastoreo controlado, que está dando excelentes resultados, tanto desde el punto de vista productivo, como en la mejora de la situación ambiental de los campos. Al mismo tiempo, consideramos que los recursos del Estado, deberían centrarse en generar información fidedigna sobre estos problemas, sus soluciones, e implementar alternativas que sean coherentes con otras obligaciones del Estado como son la conservación de los recursos naturales y el desarrollo sustentable”,  expresaron desde Vida Silvestre. (ADN)

 

 

 

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