Río Negro y su muerto de la semana ● La Cantora

Las  cárceles rionegrinas tuvieron durante el fin de semana una nueva muerte y un nuevo motín. Esta vez, sucedió en el Establecimiento  Penal Nº 5 de Cipolletti, dependiente del Servicio Penitenciario Provincial. El Gobernador intervino el área, y renunciaron las autoridades responsables. Una muerte anunciada, un asesinato que pudo evitarse. Un Estado que viola la ley, una caja negra plagada de negocios turbios.

Las versiones periodísticas esta vez no tergiversaron demasiado los hechos. Pero hubo cosas que no contaron.

Durante la tarde del sábado, estalló un motín en dicha unidad, a partir de un reclamo de los detenidos por el agravamiento de las condiciones de detención. El tercero en los últimos 40 días en el establecimiento; el octavo en toda la provincia durante el mismo periodo.

Ya en la mañana del domingo, un aparente enfrentamiento entre internos, dejo como saldo la muerte de Víctor Tapia de 30 años de edad. No es la primera muerte en lo que va del año.

Las medidas adoptadas por el Gobernador Weretilneck fueron la separación del cargo del Director del Servicio Penitenciario Provincial, Walter Puebla Morón; y a instancias de Miguel Bermejo, intervino la fuerza que será regida a partir de hoy por el Subsecretario de Seguridad y Justicia provincial, Fernando Azcoaga.

Las causas que motivaron el motín no son nuevas y los reclamos tampoco. La Asociación Civil La Cantora ha denunciado sistemáticamente el tema desde hace más de cinco años en el territorio provincial.

Mas allá del buen o molestado de las instalaciones edilicias, el agravamiento de las condiciones de detención se ancla en dos causas fundamentales y a la vez combinadas.

Por un lado, el fracaso de exprofeso del sistema de tratamiento penitenciario, que desprecia la vida humana y lo manifiesta cotidianamente, a través de las situaciones de hacinamiento, tratos crueles, extorsión, violencia psicológica, y la violación constante a la Ley de Ejecución Penal y la Constitución. Problema, sin embargo, que atraviesa a todos los servicios penitenciarios de nuestro país, por lo que no inusual que ocurra en Río Negro: el Estado que delinque y viola la ley.

Por otro lado, la Caja Negra. Los negocios penitenciarios y la interna policial que se confunden en el marco de la masacre cotidiana de las cárceles rionegrinas.

Volvemos a mencionar algunos de esos negocios: el desfalco a las arcas del Estado a partir del robo de alimentos, medicamentos y elementos varios que hacen a la vida interna de los detenidos, que son comprados por el Estado con sobreprecios, y nunca llegan a los internos. La compra – venta de psicofármacos administrada por el personal penitenciario, y que se encadena con el sistema de favores, premios y castigos, que agravan o alivian las condiciones de detención según el caso.

Otra dinámica que genera dividendos económicos y políticos es la incentivación al conflicto entre detenidos. La paz dentro de los penales, se compra y se vende; y se mide institucionalmente en función de los logros conseguidos.

Con la muerte de Tapia, veremos a partir de mañana, quienes son los acreedores de las buenas y malas notas.

Mientras tanto, los muertos se siguen sumando. Se sabe que la intervención no alcanza para combatir la interna dentro de la fuerza y la estructura estatal.

Por otro lado, tampoco importa: mañana mismo se seguirá robando mercadería, continuarán las torturas, los premios y los castigos.

Hace cuarenta días que hay un nuevo equipo en funciones. Hace cuarenta días que la realidad es más virulenta. Cuarenta días para una violencia en ascenso.

 

Ver también:

 

Río Negro: ¿Bermejo a Seguridad? Volverían la Mano Dura, la impunidad policial y el “Purgatorio”: http://www.lacantora.org.ar/nota.php?idnota=1233

Diego Candia: “La droga en los penales la ingresa la policía y es moneda de cambio”: http://pablomcasals.wordpress.com/2012/08/15/diego-candia-la-droga-en-los-penales-la-ingresa-la-policia-y-es-moneda-de-cambio/

 

 

Asociación Civil La Cantora

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