Radicales no se resignan a “ver languidecer al partido rionegrino”

Viedma (ADN).- Un grupo de afiliados radicales –entre los cuales están Roberto Rulli (Viedma), Claudio Otano (Bariloche), Susana Holgado y Marcelo Berraz (ambos de Viedma) expresó preocupación por la situación de la UCR rionegrina después de la derrota electoral del 25 de setiembre del año pasado y, también, aseguró que “no nos resignamos a ver languidecer al  radicalismo”. El grupo de radicales también planteó la necesidad de “un amplio y  abarcativo debate autocrítico” y puso acento en “la renovación partidaria profunda que nos permita recuperar la confianza del pueblo de la provincia y volver a ser Gobierno”.

 

Lo que sigue es el documento emitido:

 

Somos militantes radicales de Río Negro, que hemos participado y participamos en diferentes sectores internos, profundamente preocupados por la situación de nuestro Partido después de la derrota del 25 de septiembre de 2011, que no nos resignamos a ver languidecer al  radicalismo y que sentimos la necesidad de expresarnos en forma colectiva por encima de las diferencias menores.

Consideramos que debe darse un amplio y  abarcativo debate autocrítico y propositivo entre la militancia con la vista puesta en la renovación partidaria profunda que nos permita recuperar la confianza del pueblo de la provincia y volver a ser Gobierno.

Debemos identificar claramente nuestros errores y nuestros aciertos en los últimos veintiocho años, sin barrer la basura bajo la alfombra, para, desde ese cimiento sólido, iniciar el proceso de reconstrucción de la Unión Cívica Radical de Río Negro.

Debemos alumbrar un partido renovado, que sea una herramienta diferente, que parta de una lógica de construcción política distinta a la de los últimos años, que refuerce nuestra personalidad e identidad partidaria a partir de los valores, las ideas y los principios que nos recortan claramente en el conjunto de la política.

Sólo la discusión y el debate franco, sincero, respetuoso, orgánico y horizontal dado desde la base partidaria será el camino a la reconstrucción y la renovación porque el silencio es el ácido más corrosivo de los partidos políticos.

No caben en este proceso ambiciones personales mezquinas, discusiones menores por espacios de poder, mesianismos providenciales ni lealtades a “ismos” por encima de la lealtad a la doctrina de la Unión Cívica Radical. No cabe en este proceso la reiteración de conductas políticas especulativas que nos llevaron a alejarnos de las causas profundas por las que decidimos en su momento afiliarnos y militar en la Unión Cívica Radical.

Este imprescindible proceso de renovación, reconstrucción y resurgimiento no es, no puede y no debe ser una mera cuestión de cúpulas y operadores sino que debe ser impulsado y protagonizado por la militancia.

Este proceso de renovación no puede ser  una forma de gatopardismo con apariencias de cambio sin que nada cambie. Este proceso de renovación no puede ni debe ser funcional a las apetencias personales de nadie porque ningún dirigente puede ser más que el partido mismo.

Este proceso de Renovación debe ser una construcción colectiva del conjunto del radicalismo libre e independiente de manipulaciones oportunistas. Renovar no es solo una cuestión de “caras”. Renovar es ser capaces de remover aquellas cuestiones de las formas y los métodos de construcción política que nos llevaron a la decadencia.

Renovar es recuperar el profundo sentido ético de la política como herramienta transformadora y del Poder como un medio y no como un fin en sí mismo.

Renovar es recuperar la mística militante sustentada en el idealismo genuino y no en un pragmatismo concesivo de aquellos que puedan pretender la eternización en un partido chico y manejable a su conveniencia.

Renovar es aspirar a un partido grande, vital, saludable, rebelde, transgresor, con puertas y ventanas abiertas para que entren la luz y el aire fresco que barran la oscuridad de los acuerdos de cenáculos y los malos olores de las especulaciones personales.

Renovar, si bien por esencia y por futuro tiene la impronta puesta en los más jóvenes y en la generación intermedia postergada y acallada, es una labor intergeneracional e intersectorial, amplia e inclusiva pero que debe partir de un principio común y básico: somos radicales, no somos K, ni somos W, ni somos PRO.Renovar no puede ni debe ser un anárquico salto al vacío.

Debe ser un proceso de transición orgánica, breve y sostenido para no demorarlo ni esterilizarlo, pero ordenado y coherente.

Consideramos que necesariamente la próxima mesa de conducción del Comité Central de la UCR de Río Negro debe integrarse por militantes comprometidos con el proceso de Renovación, que reafirmen nuestra identidad Radical y opositora al proyecto kirchnerista en la Nación y la Provincia; que apoyen con su orientación, opinión y acción a nuestros legisladores, intendentes y concejales; que dialoguen institucionalmente y a la luz pública con otras fuerzas políticas afines; que respeten al Comité y la Convención Nacional pero hagan valer en su seno nuestras posturas federales sin obsecuencias; que fomenten e impulsen el debate político interno; que recorran la provincia revitalizando los comités seccionales procurando reconstituir los lazos de afecto partidario lesionados; que actúen con independencia de candidaturas; que limiten los “aparatos” y exijan la transparencia de los recursos partidarios; que generen ámbitos de discusión permanente y sólida de políticas públicas para actualizar las ideas a los nuevos tiempos y crear un nuevo proyecto político colectivo viable y factible que sea útil a nuestros conciudadanos de la provincia; que respeten la independencia de la Juventud Radical; que reúnan los cuerpos soberanos orgánicos partidarios con la periodicidad necesaria y permitan en ellos la discusión franca de las ideas y no sólo de los espacios de Poder; que impulsen las modificaciones a la carta orgánica partidaria que son necesarias para renovar y para garantizar las conductas acordes al momento y a la dura experiencia vivida; que propicien el desarrollo de nuestras organizaciones estudiantiles y de trabajadores; que faciliten en las localidades a través de los comités seccionales proyectos de inserción social y comunitaria que reconstituyan el lazo con el pueblo; que generen una firme y amplia política de formación y capacitación de la militancia en general y de los jóvenes en particular.

Sería deseable que la dirigencia tuviera la inteligencia (para comprender que ningún radical tiene futuro sin un partido fuerte y saludable por renovado), la nobleza y la grandeza (por los muchos honores con que los han distinguido el partido y sus militantes) de facilitar ese necesario proceso de renovación profunda y auténtica pero todo indica que, si no todos, hay por lo menos algunos dirigentes que repiten las mismas prácticas políticas como si aquí no hubiera pasado nada.

Por ello consideramos que es necesario generar Una corriente renovadora transversal que se exprese desde toda la provincia formando clara opinión en el Partido para impulsar y reclamar firme y fuertemente la indispensable Renovación profunda y auténtica.   Firman

Roberto Rulli, Augusto Ciruzzi, Ramón Bastias, Ricardo Almonacid, Mariela Pascal, Claudio Otano, Pedro Rivero, Juan Neyra, José Luis Gonzalez, Daniel Devaux, Maximiliano Almonacid, Fernando Agüero, Adriana Santarelli, Mariana Herrero, Susana Holgado, Ruben Zelay, Nicolas Suarez Colman, Silvia Mathey Doret, Rodolfo Artola, Daniel Pincheira, Santiago Ibarrolaza, Fabian Buceta, Marcelo Berraz, Juan Carlos Rosso, Luis Antonio Olivera, Marcelo Marco, Andres Villalba, Catalina Laurin, Guillermo Gudiño, Carlos Rivero, Clelia Castro, Jorge Rojas, Juan Carlos Rosso, Pablo Telleria, Mariana Herrero, Pamela Melo, Jose Mela Villarroel, Walter Acuña,  Gabriel Lazzeri, Gabriela Sobarzo, David Lansky, Mauro Berbel, Carolina Leonardelli, Tania Gutierrez, Guillermo Calvo, Karina Lascano, Dario Gallardo, Lorena Abeiro, Sebastian Alonso, Gisella Veliz, Nicolas Nerbutti, Luciano Suppes.

 

AFILIADOS RADICALES