Policía no tiene registro de existencia de “paco” ni “cocinas” de cocaína en Río Negro

Viedma (ADN).- El área de Toxicomanías de la Policía de Río Negro no tiene registro de información o investigación acerca de la existencia de “paco” ni elementos probatorios que permitan determinar el funcionamiento de “cocinas” de elaboración de clorhidrato de cocaína, según aseguró el comisario Guillermo Díaz Coronado, jefe del estratégico Departamento policial.
Además, la fuerza de seguridad rionegrino, como integrante de la mesa del COFEDRO-SEDRONAR, ha participado en varios encuentros este año y no ha sido informada ni consultada de la existencia de “cocinas” clandestinas, dijo Díaz Coronado en un informe al cual accedió ADN.

El jefe policial también dio a conocer que no hay registros en Río Negro de secuestros de elementos y detenciones de personas relacionadas con el “paco” o “cocinas” de drogas ni tampoco información fehaciente sobre la atención en hospitales públicos de personas que consumen “paco”.

Díaz Coronado describió que desde que asumió en el cargo se llevan a cabo operativos de control de equipajes y encomiendas en estaciones de ómnibus y en las rutas, con intervención de perros, mientras se establece contacto con la Dirección Nacional de Registros de Precursores Químicos de la SEDRONAR, con el propósito de organizar tareas de control en el ámbito jurisdiccional

Señaló que “queda claro que para la existencia de paco tendría que haber una cocina clandestina productora de clorhidrato de cocaína y para que haya una cocina se requiere gran ingreso de hoja de coca (para lograr un kilo de clorhidrato de cocaína se requieren más de 250 kilos de hojas de coca), ingreso o venta masiva de precursores químicos en la zona y acceso de sulfato de cocaína. Actualmente, no se tienen registros de ingresos ni secuestros de tales elementos”, aseguró finalmente el funcionario policial.

En otra parte del informe oficial se detalla que el “paco” es una droga también conocida como pasta base de cocaína, bazuco o pasta base, que se obtiene del proceso de transformación del sulfato de cocaína en clorhidrato de cocaína.

Ese proceso se realiza en las llamadas cocinas o fábricas clandestinas de clorhidrato de cocaína y es el residuo que se procesa con ácido sulfúrico y querosén, pudiéndose utilizar también cloroformo, éter o carbonato de potasio, entre otros precursores químicos. (ADN)