Las veinte mentiras peronistas ● Jorge Castañeda

El Partido Justicialista de Río Negro desde hace muchos años carece de una conducción organizada, de capacitación y de formación de nuevos dirigentes. Pareciera que el “trasvasamiento generacional” del que hablaba el general Perón, como tantas otras cosas, es un hecho nostálgico del pasado y debe ser arrumbado en el desván de los trastos viejos.

Con las Unidades Básicas cerradas, sin espacio de discusión alguna, sin actualización doctrinaria, sin ningún asomo de autocrítica, encolumnados dócilmente en las corrientes del gobierno nacional, continúan regalando espacios a los pícaros de otros partidos, (que nunca fueron peronistas) y que consideran que el peronismo es un bien mostrenco para servirse de él impunemente y marginando a los verdaderos compañeros que tienen de él una idea de limpia grandeza.

Por eso la dirigencia peronista rionegrina, en contraposición a las “Veinte Verdades Peronistas” ha generado con sus actitudes sus “veinte mentiras” a las cuales se han abrazo como a una causa nacional.

 

1)      Entre los peronistas los únicos privilegiados son los funcionarios públicos a los que solo les interesa percibir sus haberes, habiéndose licenciado algunos de ellos en la profesión de “políticos”.

2)      Para un peronista no hay nada peor que otro peronista y se lo debe descalificar y si es posible llegando hasta expulsarlo del Partido.

3)      Todos los que expresen ideas y participen en la vida política de otros partidos que no sea el peronista, no son adversarios sino enemigos.

4)      Hay compañeros que en todo momento y en cada uno de sus actos tienen el patrimonio exclusivo del peronismo, como si el sentimiento y el fervor justicialista se pudiera medir.

5)      El Movimiento es solo un recuerdo sentimental del pasado. Los nuevos peronistas deben vivir para el partido político.

6)      Las sentencias y máximas del general Perón se deben amoldar siempre a las situaciones personales y esta prohibido ponerlas en su contexto exacto.

7)       En el momento de la integración de las listas de candidatos nunca se debe privilegiar ni la capacidad ni la ética de algún compañero, para que no sea más de lo que debe ser.

8)      El verdadero peronista debe desconfiar de aquellos que como Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche vinieron al peronismo desde otros partidos políticos.

9)      La unión de los peronistas es compartir la Unidad Básica,  una misma metodología  y estar todos amontonados en una lista de candidatos.

10)  La doctrina peronista no debe ser comentada, ni estudiada, ni renovada, está bien como está.

11)  La democratización del Partido Justicialista con el sistema de elecciones internas es un engaño liberal que conduce a la alvearización del peronismo.

12)  Lo único valioso del peronismo es su mística: los cánticos, las consignas, los bombos y los redoblantes. Lo demás no cuenta.

13)  Un peronista debe obedecer ciegamente a sus caudillos, aunque estos estén equivocados.

14)  La juventud peronista siempre debe esperar, no está madura nunca y solo sirve para las campañas proselitistas.

15)  Un peronista solo debe ser reconocido por la cantidad de años que viene militando en la Partido y se lo debe premios con cargos aunque no esté en condiciones de desempeñarlos.

16)  La autocrítica es un invento de los otros; lo que ayer estuvo bien, lo sigue estando hoy y lo estará mañana.

17)  Cuando se eligen los candidatos se debe optar para acompañar la fórmula a los que pareciera que llevasen más votos, no importando que no sean o no peronistas, beneficiando a los aprovechados de siempre que solo se sirven de la situación y después cuando están en el gobierno quieren copar al peronismo.

18)  No debe haber nada mejor para un peronista que desprestigiar a otros compañeros por los medios de prensa.

19)  Cuando algún compañero accede a cargos públicos no debe regresar nunca a su pueblo o ciudad de orígen.

20)  El peronismo es un movimiento heterogéneo y eso debe permitir cualquier disparate.

 

 

 

Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta