¿Degradante? A un sargento lo mandaron a limpiar patios junto con un detenido

Roca (ADN).- La difusión esta semana de una causa judicial que se inició en los Tribunales de General Roca dejó al descubierto una llamativa situación. Un policía inició una demanda contencioso administrativa contra la Jefatura en procura del reconocimiento de la patología que padece, relacionada con el servicio a la fuerza de seguridad, pero se confirmó -por medio de propias expresiones- que le quitaron el arma reglamentaria y lo mandaron a limpiar patios junto con un preso.Se trata del sargento José Adrián Sandoval, quien inició demanda contra la Jefatura de la Policía de Río Negro para que se le reconozca un haber del ciento por ciento sobre la categoría correspondiente al escalafón de grado inmediato superior, con un incremento del 15 por ciento.

Relató en su momento que cumple servicios en el grado de sargento, con una antigüedad de 18 años en diversas unidades policiales dentro de la provincia, siempre con “entera dedicación y contracción”, hasta que en el año 2001, en la ciudad de Cipolletti, solicitó por recomendación de su médico una entrevista con la psicóloga de la institución por determinados síntomas que comenzaba a sentir.

Describió además que no encontró solución a su necesidad de ayuda, ya que “se lo apartó de las funciones específicas de su grado, pasando a realizar tareas subalternas en condiciones degradantes para su jerarquía”. Dijo que por recomendación de la misma psicóloga se le retiró el arma reglamentaria el 20 de setiembre de 2001

En otra oportunidad, mientras desarrollaba sus tareas normales y habituales en el área judicial de Investigaciones de Cipolletti, sufrió un accidente de trabajo en su mano derecha, con fractura, a partir de lo cual mediante resolución Nº 152 SJEF del 16 de agosto de 2002 se le asignaron “tareas administrativas adecuadas”, retirándosele el uniforme y el arma reglamentaria, a través de la resolución Nº 2234 EF, aun cuando el arma había sido retenida anteriormente, aseguró.

Además, afirmó que nunca se concretó la supuesta adecuación de tareas a faenas administrativas y horario reducido de seis horas, porque en el año 2004 fue transferido a la Subcomisaría Nº 61 de Chichinales para funciones acordes a su escalafón como oficial de guardia en horarios rotativos que variaban en la semana de 13 a 21, 7 a 13 o 21 a 7 . Pero, fue destinado durante un mes a la limpieza del patio en horas de la tarde y junto a una persona que se encontraba detenida, tratándose -afirmó- de un “cometido no adecuado ni respetuoso de su rango”.

En otras ocasiones debió realizar guardias de 24 por 48 horas siempre sin uniforme ni arma. “Fue aumentando el nivel de degradación que se terminó de agravar cuando sobrevino otro traslado, esta vez a la Unidad Nº 66 de Mainqué, donde nuevamente fue destinado a tareas nada acordes con las de índole administrativa asignadas por la resolución Nº 2234, ni con su jerarquía de sargento, tales como la limpieza del terreno, pintura del edificio, limpieza general, albañilería”, puntualiza la resoución de la Cámara del Trabajo de General Roca.


Después de analizar en forma pormenorizada los planteos expuestos en la voluminosa resolución, los jueces laborales -de la Sala II- Diego Broggin, Gabriela Gadano y Nelson Peña resolvieron hacer lugar en todas sus partes a la demanda presentada por Sandoval contra la Jefatura de Policía, dejando sin efecto una medida de esa institución, en cuanto se impone declarar que la patología del sargento se encuentra relacionada con la prestación del servicio policial.

También, los magistrados ordenaron a la Jefatura de Policía disponer la continuidad del trámite de retiro iniciado según lo dispuesto por la resolución Nº 1331 JEF, en el plazo de 30 días y bajo apercibimiento de sanciones conminatorias (astreintes), además de las que correspondan a los funcionarios que resulten responsables del incumplimiento de un mandato judicial.(ADN)