Proevo: Relevan características de pequeños emprendedores

Bariloche.- Emprendimientos de pequeña y micro escala en Bariloche representan un importante sector de la economía de Bariloche afirman investigadores de la UNRN. La emergencia volcánica de 2011 impulsó un relevamiento de sus características y necesidades.

 

Hace un año atrás no había turistas en las calles de Bariloche. La ciudad afectada por las cenizas del volcán Puyehue- Cordón Caulle, que hizo erupción el 4 de junio de 2011, se vio inmersa en la crisis económica que afectóla Patagonianorte. Desde un escenario hoy revitalizado cabe aún preguntarse ¿Cuál fue el impacto en los emprendimientos de pequeña y micro escala?

Un análisis del sector fue realizado en el marco del Programa de Emergencia Volcánica (PROEVO), que coordinado porla Universidad Nacionalde Río Negro, impulsa otros 23 proyectos de investigación sobre el impacto de las cenizas (www.proevo.com.ar). “El sector económico que estamos estudiando muestra una gran heterogeneidad y existen escasos relevamientos en Bariloche que den cuenta de su perfil, el entramado de relaciones sociales y económicas y las problemáticas que los caracteriza”, relata Evelyn Colino, directora de la investigación y docente dela UNRN, integrante del Departamento de Economía dela Sede Andina.

Para tener una visión más clara de la población durante tres meses se trabajó en la construcción de una base de datos en función del listado de emprendedores registrados en diversas organizaciones:la Secretaríade Cultura dela Municipalidadde Bariloche, la Secretaríade Desarrollo Económico del mismo municipio,la Asociaciónde Pequeños y Medianos Comerciantes,la Asociación NorteSur yla Asociaciónde Microemprendimientos Productivos de Bariloche. Se trabajó también con los registros de monotributistas sociales del Ministerio de Desarrollo Social de Nación con sede en Bariloche. “Sólo tenemos el listado de emprendedores inscriptos. Sabemos que hay muchísimos más que no están registrados en ningún lugar y lamentablemente nos resulta imposible llegar a ellos”, aclara Colino.

En el proyecto colaboraron activamente diez estudiantes universitarios, cinco docentes-investigadores dela UNRNy una consultora externa que trabaja con microemprendedores y organizaciones que los aglutinan.

Terminado el relevamiento el equipo de trabajo encuestó a 200 emprendedores,  una muestra de un diez por ciento del tamaño de la población recabada. Todas las encuestas se hicieron de forma personalizada pero manteniendo el anonimato. Se entrevistaron artesanos, confeccionistas textiles, productores de alimentos típicos regionales, personas que prestan servicios de construcción,  cuidadores de niños o de adultos mayores, empleadas domésticas, maestras particulares. También se  trabajó junto a comerciantes y productores de pequeña escala. Se sumaron, incluso, personas ligadas al turismo que trabajan de manera autónoma, como instructores de esquí, guías o quienes ofrecen servicio de transporte de turistas.

“Se trata de un trabajo exploratorio de un sector económico históricamente invisibilizado de Bariloche porque muchos de ellos no están formalizados en el sistema. Cuando hablamos de un micro emprendedor no formalizado, no hablamos solo  del aspecto fiscal. Eso también implica que esa persona no tiene cobertura social de ningún tipo, no va a tener acceso a jubilación o pensión de ningún tipo. Además, se le dificulta las posibilidades de acceder a créditos por lo que el crecimiento del emprendimiento se encuentra limitado”, indica Colino quien también es doctora en Economía Agraria y del Consumidor.

En este tipo de emprendimientos existen fuertes relaciones personales y afectivas entre los miembros y muchos de ellos son familiares. El análisis muestra que en el 68% de los casos, la principal fuente de ingreso familiar proviene del emprendimiento y que el 36% declaró que dicha actividad representa la única fuente de ingreso familiar. La edad promedio de estos trabajadores es de 45 años con una prolongada actividad en la ciudad, por lo que no se trata de emprendimientos o trabajadores temporarios.

Entre los resultados a destacar, se observa que sólo un 27% de los microemprendedores encuestados manifestó que se encuentra vinculado a organizaciones, cámaras, asociaciones o fundaciones. Asimismo, cerca del 83% respondió que no realiza actividades de manera asociada con otro/s emprendedor/es.

En cuanto a cómo se vieron afectados por la crisis económica después de la erupción del volcán el 87% de los encuestados declararó que sus ventas fueron fuertemente afectadas.  A su vez, sólo 1 de cada 4 emprendedores manifestó que su estado anímico no se vio afectado por la crisis volcánica.  “En un emprendimiento de esta naturaleza el estado anímico es el motor. El animarse a salir a vender a la mañana cuando sus expectativas de venta eran muy bajas perjudicó mucho a este sector económico”, explica Cintia, una de las estudiantes encuestadoras.

Respecto al empleo, el estudio permitió concluir que entre 2010 y 2011 el número total de personas trabajando en el sector cayó un 15% aproximadamente. Si el análisis sólo se concentra en la variación de trabajadores remunerados se trata de una caída del 12,7%.

Finalmente, del total de la muestra, el 59% de los emprendedores declaró que recibió algún tipo de ayuda durante el evento volcánico. De esta fracción, cerca del 63% informó haber recibido ayuda proveniente de familiares y el 47% consignó haber recibido ayuda de parte del Gobierno Nacional.

La propuesta de los investigadores es que este análisis sirva para conocer mejor a un sector importante de la economía barilochense y poder, así, planificar y proyectar estrategias de intervención pública que ayuden al desarrollo local.