“La partida esta echada” ● ADN

En el comentario del domingo pasado decíamos que había fisuras en el gobierno y que pocos se esmeraban en ocultarlas y menos aún en repararlas. Bastó que transcurrieran otros siete días para que los hechos confirmaran por si mismos el distanciamiento del gobernador Alberto Weretilneck con el senador Miguel Pichetto.

Desde estas figuras hacia abajo los alineamientos también imitaron a sus referentes. Salvo Susana Dieguez, en absoluta soledad, hizo el ridículo e intentó negar fisuras y en una interpretación borgiana acudió a la semántica para relacionar el deseo con la realidad.

Hay un poco más que fisuras, existen comportamientos aislados de la estrategia global del gobierno y se suceden las operaciones entre distintos grupos. Hoy la interna se instaló en el gobierno del FpV la Victoria y la puja entre el Frente Grande y el Partido Justicialista y sus correspondientes dirigentes comienza a mellar la administración de Weretilneck.

Bastaría leer e interpretar las declaraciones formuladas por Miguel Pichetto cuando sin temblarle la voz señaló que “si hay ruptura en la coalición gobernante no será culpa del Partido Justicialista”, toda una definición y para alertar a cualquier distraído remarcó que “yo hoy no quiero profundizar las diferencias con el gobernador”.

A buen entendedor pocas palabras. Reconoció diferencias y quejas en el justicialismo. Hay mucha tela para cortar sobre los dichos del senador, pero existe un rosario de sucesos que hablan por si mismos dentro del gobierno y en el territorio provincial.

Se insiste en que el mandatario se corta sólo, que no comparte decisiones y se profundiza en los gastos y promesas de obras que nunca llegarán por falta de recursos. Hay un reclamo de austeridad y certezas de que el gobierno nacional, que derivó 40 millones de pesos para pagar aguinaldos, cortará las transferencias como a todas las provincias.

Javier Iud tuvo su teléfono muy dinámico  para comunicarse con sus compañeros. Juan Domingo Garrone y Ariel Rivero también estuvieron activos y mucho  más Rubén López  que quiere ser secretario general de la CGT de Río Negro y observa que Weretilneck hace “mutis por el foro” y  acusa que hay ministros y compañeros de bancada que “van para atrás” con su postulación.

Por otra parte el gobernador y sus colaboradores más cercanos observaron como se utilizó políticamente en beneficio propio la pretendida rehabilitación del aeropuerto de General Roca. Propiciado por el intendente Martín Soria, el senador Pichetto jugó a fondos sus relaciones nacionales y los anuncios –acompañados por el vicegobernador Carlos Peralta- tuvieron ausencias del gobernador y miembros del gabinete.

“Hay operaciones por todos lados, y en esto somos terribles” decía un dirigente justicialista. Se habla mucho con la prensa y nadie conduce la estrategia comunicacional y en esta línea reapareció el piloto  Julián Goinhex para hacer su descargo por una emisora de Viedma. Más allá de ironías, el “ñoqui de oro”  no pudo explicar en que trabaja.

Por su parte y con estilo distinto, desde el ministerio de Marcelo Mango – de insospechada lealtad con el gobernador- se envió una nota interna a los funcionarios de su área avisando que nadie puede formular declaraciones públicas en los medios de comunicación, sin su autorización.

Hay desconfianza, el gobierno se cierra sobre sus propios conflictos, sin permitirse los cambios necesarios para imprimir otra dinámica a la gestión y sumar presencia en el escenario político.

Sin dudas que aquella reunión del Partido Justicialista, en General Roca, con la presencia de intendentes, donde por  primera vez se escucharon críticas al gobierno, abrió las puertas para conductas sectoriales o individuales. El justicialismo mira que su presidente no oculta una visión distinta sobre la administración del Estado.

Resta ahora conocer la respuesta de Alberto Weretilneck, en tanto que Pichetto insistió, por ejemplo, en que es necesario bajar los sueldos de los funcionarios en un 20 por ciento, austeridad en la gestión y que hay que salir de la mirada de corto plazo y atender a los proyectos de largo plazo. Volvió a insistir en los recursos y medir el gasto anunciando tiempos de contenciones a nivel nacional.

En su libro sobre Napoleón Bonaparte, Max Gallo, cita al Emperador de Francia: “La suerte está echada…Para actuar uno debe estar convencido de su buena fortuna”.

 

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