Independencia económica con justicia social ● Silvina García Larraburu

El viernes pasado, la Argentina terminó de pagar la deuda heredada por el corralito del Gobierno de la Alianza, la cancelación de Boden 2012 demuestra nítidamente el cambio de página en materia de política económica, iniciada hace casi una década.

Recuerdo la incertidumbre que se palpitaba por aquellos años, los dueños del discurso hegemónico planteaban las mismas recetas que nos habían llevado a la recesión. Las consignas “Ajuste” y “recorte del gasto público” se estampaban en los diarios cómplices del debacle.  La rancia ortodoxia dominaba las casas de altos estudios, convertidos en “think tanks” del neoliberalismo, que desoían las demandas de un pueblo hambriento.

La llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada, expresó la necesidad de construir un país para todos y todas. Sólo entendiendo que la crisis no se originaba en el supuesto “exceso del gasto público”, sino más bien en la redistribución regresiva de la riqueza nacional, se pudo recuperar el crecimiento.

Un Estado acéfalo de pueblo nos llevó a la ruina, por que sería incorrecto decir que se trató de uno ausente,  por aquellos años el Poder Ejecutivo estuvo más que presente, pero negociando con los dueños del gran capital su enriquecimiento y la miseria de las enormes mayorías.

Fue un “Pingüino Patagónico” el que se puso al frente de una gestión heterodoxa, el que priorizó la reconstrucción del entramado productivo Nacional, a las necesidades de la banca acreedora. Por que cómo él sostenía “los muertos no pagan sus deudas”, y para poder hacer frente a las obligaciones que había contraído el país en las gestiones anteriores, primero necesitábamos ponernos de pie. Está claro que la salida más fácil por aquél entonces, era la que propiciaba el establishment: seguir tomando deuda a tasas exorbitantes, reproduciendo indefinidamente el círculo del desastre. Pero esta Argentina sólo es posible por la decisión de reactivar el mercado interno, estableciendo cómo política de Estado el desendeudamiento sin contraer nueva deuda.

Como sostuvo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su excepcional discurso en la Bolsa de Comercio el pasado jueves: los gurúes del desánimo están desesperados porque a la Argentina le vaya mal, o por lo menos les conviene dispersar estos pronósticos. Pero contra sus vaticinios, el país  pudo cancelar la última cuota del Boden 2012; gracias a una gestión exitosa que cuida el equilibrio de la balanza comercial, que cuida los dólares que ingresan al país, los cuales deben utilizarse para la compra de insumos elementales para la industria nacional y la cancelación de los compromisos de deuda.

Esto, no es otra cosa que asegurarnos la soberanía e independencia económica; y un desarrollo con justicia social, papable en la inyección monetaria que realiza constantemente el Estado Nacional, para asegurar la demanda que requiere nuestro mercado interno, ejemplo acabado de esto, es el nuevo aumento del 11,42% a los jubilados.

En conclusión, podemos decir que: LOS ARGENTINOS VOLVEMOS A ESTAR EN EL CENTRO DE LA ESCENA QUE DEFINE NUESTRO FUTURO.

Título original: “La consolidación de la independencia económica con justicia social se reafirma”

 

Diputada nacional Silvina García Larraburu