Cipolletti: Cometió un triple crimen y le dan salidas para hacer teatro

Condenado. Claudio Kielmasz, pocos meses después del triple crimen de Cipolletti, llega detenido al juzgado de General Roca. /archivo Clarin

Cipolletti.- En 1997 violó, torturó y asesinó a 3 chicas en Cipolletti. Está preso en un penal de Río Gallegos y un juez le dio salidas “culturales”. La Fiscalía se opuso porque los peritos lo consideran “muy peligroso”.

En 2001, un tribunal había encontrado a Claudio Kielmasz culpable de violar, mutilar y asesinar a las jóvenes Paula y María Emilia González y Verónica Villar. Por aquel hecho ocurrido en 1997, conocido como el “triple crimen de Cipolletti” (ciudad rionegrina donde se cometió), lo condenaron a prisión perpetua.

Pero ahora, recuperó temporariamente la libertad: un juez lo benefició con salidas “culturales” del Penal Federal 15 de Río Gallegos, donde cumple condena.

Hasta ahora se confirmó que los permisos a Kielmasz fueron dos y se los dieron por integrar un grupo de teatro al que se sumó meses atrás y que funciona en ese penal santacruceño. Pero este beneficio desató una polémica judicial y enfrentó a quien lo concedió, el juez de Ejecución Penal de General Roca, Juan Pablo Chirinos, con el fiscal de Cámara de esa ciudad, Edgardo Rodríguez Trejo.

El fiscal fundamenta su rechazo en las opiniones de especialistas en psicología criminal que definen a Kielmasz como un “peligroso psicópata” capaz de reincidir en cualquier momento.

Para Chirinos, que se encuentra de licencia y no hizo declaraciones, las salidas de Kielmasz se enmarcan dentro del proceso de readaptación social que estipula el sistema judicial.

Pero el propio Chirinos, en 2010, le había negado a Kielmasz salidas transitorias del penal U9 de Neuquén –donde se encontraba entonces– haciendo caso a la opinión de los peritos psiquiátricos que lo definieron al recluso como un psicópata irrecuperable . No obstante, el magistrado había adelantado en ese fallo que esto no implicaba “que a futuro se tome la misma medida”.

“Cinco profesionales de la salud mental que venimos de distintas escuelas, que no trabajamos juntos ni nos conocemos, opinamos muy parecido acerca de Kielmasz. Es alguien muy peligroso, que tiene grandes posibilidades de reincidir y que tiene, además, un profundo odio hacia las mujeres, un odio que comienza en una conflictiva relación con su madre. Pero no es un odio exaltado sino frío, meticuloso y planificado”, le dijo a Clarín el psiquiatra Luis Digiacomo, quien entrevistó a Kielmasz para establecer su estado mental. “Hay una extrema peligrosidad en él y altísimas posibilidades de reincidencia”, remarcó el especialista.

Claudio Kielmasz terminó preso por matar y torturar a Paula (17) y María Emilia González (24) y Verónica Villar (22) en 1997 (ver Un caso …) cuando tenía 24 años. Pero según fuentes judiciales y forenses, sus problemas con la ley empezaron cuando tenía 12 años: baleó la casa de unos compañeritos que no quisieron ir con él a jugar. Pocos años después, sedujo y raptó a una chica en La Plata. En 1993, a los 20 años, habría matado a Janet Opazo –y herido a una amiga de esta–, caso irresuelto que lo tiene como principal sospechoso .

“Nos oponemos terminantemente a que este individuo salga del penal.

No sólo es algo que pensamos nosotros por motivos obvios: un grupo de profesionales dictaminó que es un peligro para toda la comunidad”, le indicó a Clarín Ulises González, padre de Paula y María Emilia, dos de las tres chicas que Kielmasz mató en Cipolletti.

La última solicitud de salida fue para participar de un encuentro de teatro que se realiza por estas horas en un complejo cultural de Río Gallegos. La oposición del fiscal Trejo y de la familia González, la frenaron.

“Son salidas puntuales, excepcionales y no tienen ningún componente político.

Además, sale fuertemente custodiado”, le aseguró a Clarín María Gadano, secretaria del Juzgado Penal Número 10 de General Roca que preside Chirinos. La Cámara Criminal Segunda de Roca, sin embargo, resolvió que, de aquí en adelante, Chirinos deberá informar de todas las salidas de Kielmasz y, en cada caso, deberá pedir la opinión a los especialistas para determinar si es aconsejable que abandone la prisión.

 

CLARÍN