Prohibición de cabarets: Bloque de la Alianza respalda el proyecto, pero considera necesario más debate

Viedma.- Los legisladores Cristina Uría y Leonardo Ballester, del bloque Alianza Concertación, ratificaron el voto favorable al proyecto del oficialismo que prohíbe en la provincia de Río Negro la instalación y funcionamiento de wiskerías, cabarets, casas de tolerancia y locales de alterne, pero señalaron que hubo poco debate en las comisiones y escasa participación por parte de los distintos actores de la sociedad rionegrina.

Inicialmente, Uría anticipó, desde una concepción ideológica y de género, su voto favorable personal y de su bloque a la iniciativa en debate en el recinto parlamentario

Además, consideró necesario incluir en lo relacionado a la trata de personas no solo a las mujeres, sino también a niñas y adolescentes y planteó imprescindible diferenciar prostitución y prostitución forzada.

Más allá de la reglamentación, de la norma y de la regulación, en este tema debe ser partícipe toda la sociedad y también es necesario que los docentes enseñen, inculquen y adviertan a los niños, niñas y adolescentes sobre los riesgos a los cuales deben estar conscientes y tener presente en todo momento”, destacó la legisladora de la Alianza.

Uría describió que, según cifras de UNICEF, de 4 millones de víctimas por año en el mundo, el 30 por ciento son mujeres menores niñas y adolescentes y agregó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) habla de 12 millones de personas que padecen diferentes situaciones de esclavitud, no solo sexual, sino también laboral. Detalló que América Latina tiene, también según la UNICEF, 2 millones de personas explotadas sexualmente.

Aún cuando reiteró el acompañamiento al proyecto en análisis, Uría observó que “una norma de estas características, que pretende regular un tema tan trascendente para la sociedad, para las niñas, adolescentes y mujeres, que son los sectores más vulnerables de la sociedad, ha tenido muy poca posibilidad de debate en las comisiones y escasa participación de otros actores de la sociedad”.

En este caso, hubiese sido muy interesante que quienes serán autoridad de aplicación hayan sido invitados a las diferentes comisiones para que brinden aportes y estadísticas, con el propósito de escuchar diferentes voces”.

Finalmente, Uría solicitó que entre la primera y segunda vuelta se marque el tiempo suficiente para que “todos podamos aportar, debatir y aclarar dudas en las comisiones”.

Por su parte, Ballester dijo coincidir con el espíritu del proyecto y refirió que, según las autores del proyecto, el objetivo no es penalizar la prostitución, sino combatir la trata de personas.

Cuando hablamos de trata no nos referimos solo a la esclavitud sexual, sino que es un delito mucho más amplio, un delito de lesa humanidad que viola los derechos humanos. Cuando hablamos de trata de personas hablamos de un comercio ilegal de personas, con propósito de esclavitud”, remarcó Ballester.

Explicó además que “se cree que hay en la Argentina unos 20.000 talleres con mano de obra esclava trabajando, en condiciones infrahumanas y eso también es trata de personas y un delito”.

Ballester reconoció que “este proyecto reconocen no es la solución milagrosa”, estimó necesario escuchar a representantes de todas las instituciones de la comunidad, mostró predisposición en contribuir a mejorar esta herramienta y planteó que es imprescindible un amplio debate sobre esta ley en las comisiones.

BLOQUE ALIANZA