Aportes para el debate educativo ● Ernesto Epifanio

En diciembre de 1991 se sancionó la ley 2444, orgánica de educación, por unanimidad y producto de un trabajo participativo generado por la comisión de educación  de la Legislatura de Río Negro.

Básicamente, el trabajo consistió en la elaboración de un documento base que dio origen a un articulado y  que fuera  luego, sometido a intensos debates en el seno de la comunidad educativa .El resultado fue quinientos cuarenta aportes recibidos que modificaron sustancialmente el proyecto y un trabajo codo a codo con la entidad gremial docente que nos permitió llegar al recinto con una síntesis de lo que los rionegrinos opinaban sobre educación por aquellos tiempos.

El procedimiento de elaboración de la ley fue inédito y ciframos esperanzas en que se abría un camino de transformaciones y evaluaciones como exige  un desarrollo dinámico y cambiante que se manifiesta en cualquier proceso educativo.

Poco tiempo después, los responsables de hacer operativa la 2444, usufructuaron, en ámbitos nacionales e internacionales, el proceso de elaboración y su texto “progresista.”, mientras aplicaban, o intentaban aplicar en la provincia, políticas educativas que se contraponían con el propio texto.

Nunca reglamentaron la totalidad de la ley  y cuando lo hicieron parcialmente destruyeron la posibilidad de generar la forma de gobierno  prevista en el articulado.

Aún así, la 2444 siguió siendo para los rionegrinos un instrumento de referencia, y hoy, veinte años después, cuando lógicamente es necesario actualizarla, se la reconoce por su  contenido que definió claramente la educación, como un derecho social y al Estado, como garante principal de este derecho.

Asistimos hoy, a una nueva convocatoria para debatir sobre un nueva ley que rija en materia educativa los próximos veinte años y me parece importante, siempre es sustancial hablar de educación.

Es obvio que el grado de participación ha decaído en todas las actividades, comparándolo, con los primeros años de la recuperación de la democracia y particularmente en educación, el congreso pedagógico significó un gran desaliento.

En Río Negro observamos, en forma adicional, el conflicto interno que  surgió con el nombramiento del secretario general de  Unter como Ministro del área .Esto deberá ser zanjado en el seno de la entidad porque hace  a la esencia de la actividad gremial, y responde a posiciones filosóficas distintas,  pero indudablemente repercute sobre la posibilidad de participación y conspira con el normal desenvolvimiento del debate.

Lo real es que existe una convocatoria desde el Poder Ejecutivo a la comunidad educativa, para elaborar una nueva ley y cabe recordar, que si un Legislador decide presentar un proyecto y obtiene la mayoría en Cámara ,se convierte en  Ley y esa norma regirá porque es el mecanismo previsto en la Constitución y será absolutamente válida .

De tal manera,  creo que  debemos esforzarnos en participar para elaborar una ley que, recoja los consensos obtenidos por la comunidad educativa  en un debate democrático. Como es lógico, exijamos todas las garantías de que así sea y solicitemos los tiempos necesarios para consolidar el trabajo.

Coincido con quienes dicen que el debate sobre un documento base es poco motivador, porque es difícil disentir con una propuesta que ha sido sostenida, en general, por los rionegrinos y plasmada en cuanto documento se elaboró en esta materia .Sugiero en este punto, trabajar además con un texto ordenado de la 2444, (proyecto original modificado por distintas iniciativas), e ir proponiendo todas las modificaciones, supresiones, agregados, etc.

Este sistema nos permitiría avanzar sobre el cuerpo de la ley en forma organizada y podríamos efectuar simulaciones en cuanto a su  reglamentación para conocer su futura implementación. Por otro lado, se recibirían aportes sobre distintas reformas sobre el articulado, sin necesidad de estar presentes en el debate.

Se lograría agilizar de esta manera, el  posterior trámite legislativo.

En este punto, quiero manifestar que podemos lograr la mejor ley que organice el  sistema,  pero si específicamente no introducimos la necesidad de trabajar el concepto de calidad educativa, seguiremos obteniendo los mismos resultados.

Para reflexionar sobre este tema transcribo un informe que efectuaron docentes del departamento de matemática de la U.N.C sobre los resultados obtenidos en un curso de apoyo, evaluando el nivel de egresados del nivel medio… “presentan dificultades en el desarrollo del pensamiento lógico, en la interpretación, análisis y resolución de situaciones conflictivas, falta de sentido crítico sobre los resultados obtenidos e incapacidad de comprensión de consignas e interpretación de textos”.

Propongo para el debate, que se introduzca  en la nueva ley  y con la carga horaria necesaria, para los dos últimos años del primario y los dos primeros del nivel medio, una disciplina que  instruya sobre técnicas de estudio, comprensión de textos, cálculo, utilización de informática y tecnología, impulso de la lectura  y toda otra acción que determinen los especialistas como preparación y/o complemento del proceso de aprendizaje y que atienda la problemática expuesta.

Parece exagerado introducirlo en una ley cuando un programa o talleres podrían hacerse cargo, pero el tema es medular  y exige que se desarrolle con continuidad,  capacitación,   recursos y en forma permanente como estipula una norma.

Para finalizar quiero recordar una definición extraída  de un artículo sobre el concepto de “buena escuela”.

“Una buena escuela es una institución que:

*Garantiza el principio democrático de pluralismo y no discriminación.

*Refleja altísimos porcentajes de graduación  y muy bajos porcentajes de repitencia y deserción

*Concentra sus esfuerzos en la tarea de enseñar y consideran estrategias variadas para lograr mejores aprendizajes

*Reconoce que el saber tiene un valor en sí mismo .La enseñanza y el aprendizaje no se justifican sólo por su potencialidad instrumental.

*Tiene un cuerpo directivo que consensua metas y objetivos con los docentes y la comunidad educativa en su conjunto.

Las buenas escuelas son la base de un buen sistema educativo.

Un buen sistema educativo requiere de ciertas condiciones sine qua non:

*Infraestructura adecuada

*Presupuesto suficiente (destinado tanto a la provisión de recursos como a la garantía de salarios dignos)

*Capacitación docente de calidad

*Canales de comunicación adecuados con las autoridades

*Reglas claras”

De eso se trata, consensuemos REGLAS CLARAS.

 

Ing. Ernesto Epifanio

Ex Legislador

Presidente congreso REDES