Algo no está claro ● Magdalena Odarda

En los primeros días de enero de este año, el gobierno anunciaba que el año 2011 se cerraba con ingresos fiscales por 540.134 millones, es decir, 31 millones más que en 2010, a partir del IVA, impuesto a las ganancias y los recursos provenientes de la seguridad social.

El 5 junio del corriente año, la agencia Télam daba a conocer que la recaudación tributaria fue “la mayor de la historia”, pues la recaudación impositiva totalizó los 61.026,3 millones solo en el mes de mayo, siendo el mayor registro histórico de ingresos en un solo mes según el titular de la AFIP.

 

La recaudación de 61.026,3 millones de pesos de mayo no sólo superó en un 20,5% el ingreso tributario de igual mes del año 2011, sino que también superó el anterior récord de 52.844 millones de enero de este año. Anunciaba exaltado el funcionario.

Aún así, la algarabía del gobierno nacional por estas cifras no se ha visto reflejada en los ingresos de las provincias, por el contrario, éstas vieron reducidos en los últimos meses sus porcentajes de percepciones en concepto de coparticipación federal de

impuestos.

 

La no percepción legítima de la coparticipación federal de impuestos que le pertenecen a las provincias tiene historia, pues con las modificaciones sufridas por la ley 23548 desde 1992, el ingreso de divisas a las provincias ha ido decreciendo. Esta ley señala que La masa de fondos a distribuir estará integrada por el producido de la recaudación de todos los impuestos nacionales existentes o a crearse…”.

Esta ley estipula en el artículo 7 que este monto a distribuir nunca puede ser inferior al 34% del total de la recaudación de tributos nacionales del Gobierno Nacional, tengan o no el carácter de coparticipables por esa ley.

 

Sin embargo a lo largo de estos años, las provincias han recibido porcentajes inferiores, y esta merma se ha hecho cada vez más visible. Según algunos analistas, ya en 2008 a las provincias llegaba solo un 25,54%.-

 

Y en el caso de Río Negro, el porcentaje ha ido decreciendo considerablemente, sin que se discuta en las esferas del gobierno provincial, como resolver esta situación. La coparticipación actual equivale a un 41 por ciento de los ingresos totales de Río Negro frente al 44 por ciento y 51 por ciento del 2010 y 2011, respectivamente.

 

Esta disminución hace que la economía rionegrina pierda su autonomía, y dependa del gobierno central. Mientras descienden los porcentajes de coparticipación que se envía a Río Negro, crece la demanda de aportes a Nación para salvar las arcas provinciales.

 

Sumado a ello, Río Negro junto a las demás provincias, debe aportar el 15% de la masa coparticipable primaria, desde 1992. El estado nacional sigue reteniendo ese porcentaje aún cuando se sabe, tal como he expuesto arriba, que tanto el Anses como la recaudación nacional general ha sido extraordinaria en los últimos años.

 

La gota que viene a colmar el vaso de esta disparatada política de empobrecimiento de las provincias, es el reciente pedido – casi un secreto a voces- del gobierno nacional a todas las provincias para realizar ajustes en sus cuentas. Según se anuncia, el motivo sería el freno de la economía, la inflación y la caída de la recaudación fiscal (¿?).

 

Se exigirá un “plan de emergencia” fiscal, recorte de gastos, aumentos de impuestos, etc. ¿Cuánto más podrá resistir la economía rionegrina?

 

 

Algo no está claro, hay un mensaje distorsionado o esquizofrénico, pues, hace solo un mes y pocos días se anunciaban los mayores ingresos nacionales de la historia, y hoy se anuncia este obligado ajuste que deben hacer las provincias, que sin duda repercutirá en los bolsillos de los trabajadores, pequeños empresarios y productores rionegrinos. Los ciudadanos no resistirán mayor carga impositiva sobre los hombros. Tampoco resulta viable y justo que la variable de ajuste afecte los servicios de atención a la salud y la educación pública, y otros servicios básicos. El gobierno provincial debe exigir que la coparticipación que le corresponde No se toque, y que, por el contrario, pueda incrementarse tal como lo determina la legislación vigente.

 

Promover una economía basada en el extractivismo, con la mega minería contaminante o con proyectos agro alimentarios de soja, con el uso extraordinario de un recurso vital como es el agua, solo producirá mayor pobreza y exclusión social, además de pasivos ambientales descontrolados; por lo tanto, la solución para salir de la crisis no pasa por aquí, sino por reclamar los recursos genuinos que pertenecen a Río Negro.
Dra. Ma. MAGDALENA ODARDA

LEGISLADORA PROVINCIAL BLOQUE PROGRESISTA CC-ARI

 

Título original: Algo no está claro: histórica recaudación nacional y : ¿ajuste para las provincias?