Procuradora advierte “postura inflexible” de médico oncólogo de Viedma

Viedma (ADN).- En un dictamen referido al reclamo de una paciente para que el Ministerio de Salud le suministre un remedio oncológico, la procuradora general del Poder Judicial, Liliana Piccinini, observó que “se plantea en el caso la discrepancia entre el médico de cabecera y el criterio del sistema de salud respecto de la medicación a suministrar” y señaló “la inusitada postura del facultativo de cabecera, que pertenece al propio sistema de salud provincial y que cambia la prescripción medicamentosa y provoca un giro en el tratamiento que realiza su paciente”.

En directa alusión al médico Rubén Kowalyszyn, Piccinini remarcó que esa acción fue efectuada “con la sola invocación de su parecer profesional (respetable por cierto) y el acompañamiento de lo que interpreta como una afirmación científica, que validaría el suministro de esa nueva medicación, en este estadio de la enfermedad”, cáncer de piel o melanoma.

La procuradora indicó “frente a la explicitación del responsable del Ministerio de Salud, como del responsable del área específica (Programa Provincial de Cuidados Paliativos) y la opinión absolutamente neutral de nuestro Cuerpo Médico Forense, que no solo relativizan el éxito del tratamiento con tal droga, para este estadio de la enfermedad que padece la señora E., sino que también advierten sobre la tendencia de la publicación ofrecida como aval de dicho tratamiento”.

Agregó que esos profesionales “coinciden y evalúan su estado actual y la inconveniencia de someterla a cualquier práctica que aumente el riesgo para la vida, afirmando que todo tratamiento que se efectúe tiene efectos paliativos”.

Entre otras consideraciones, la funcionaria judicial destacó que “no se advierte grosera y palmaria arbitrariedad en la determinación de las autoridades sanitarias, quienes han explicitado fundadas razones médicas para considerar que la droga prescripta no garantiza los resultados que el médico tratante exige y pregona; sin que la cuestión del costo defina la discrepancia”.

Piccinini alertó respecto de “cuestiones centrales y sumamente preocupantes” y, en ese sentido, expresó que “por un lado, el doctor Kowalyszyn es operador del sistema de salud pública provincial, contra quien se insta la demanda (jefe de Oncología del Hospital Zatti).

Es decir, no es el médico privado de la señora E., sino un funcionario hospitalario, médico de cabecera, quien debería actuar de manera tal que sus prescripciones y tratamientos sean los que de modo científicamente consensuado se establecen en el sistema público de salud y para el caso de no estar de acuerdo o no comulgar con las guías y los parámetros fijados, hacer valer su posición- en este aspecto- en otros ámbitos y sin exponer a los pacientes”.

Sustentó: “La inflexibilidad en su postura, estimo ha ido en desmedro de su propia paciente, quien desde marzo se encontraría sin recibir tratamiento médico alguno conforme sus propios dichos y la prescripción médica aprobada desde el mes de enero hasta marzo”.

Describió además que el jefe de Oncología del hospital de Viedma es quien “cambia intempestiva y experimentalmente el tratamiento que venía recibiendo la paciente hasta marzo del corriente año, la que contaba con medicación disponible para continuar el mismo y que nunca fue retirada ni mucho menos suministrada, dejándola presumiblemente sin recibir paliativo alguno hasta la fecha”.

De ese modo, interpretó que “la postura esgrimida por las autoridades del Ministerio de Salud no resulta arbitraria ni ilegitima, pues se presenta como una solución alternativa, con similares resultados respecto a su eficiencia como paliativo de la enfermedad pero, sobre todo, asequible”. (ADN)