Dicen que automovilista chocó a dos motoqueros. ¿Indemnización por $230.000?

Foto archivo ilustrativa

Roca/Viedma (ADN).- La derivación de un accidente de tránsito –el conductor de una camioneta chocó de atrás a dos motociclistas que iban en una unidad e inmediatamente se habría dado a la fuga- implicará el pago de poco más de 230.000 pesos en carácter de resarcimiento, a cargo del automovilista y de una empresa aseguradora.

Según relatos de las víctimas, el 30 de junio de 2009, aproximadamente a las 4,30, Claudio B.T. llevaba como acompañante al menor R. S. en su motocicleta RD de 150cc marca Mondial. Cuando se desplazaban por calle Montevideo, casi llegando a Libertad (de General Roca) fueron embestidos desde atrás por una camioneta grande, golpeando contra una pared de madera y perdiendo ambos el conocimiento.

Las víctimas explicaron la mecánica del accidente y señalaron que sin motivo el conductor de la camioneta Toyota Hilux 4 x 2, dominio HTC-175, además de chocarlos, se dio a la fuga.

Señalaron también que “la autoría del hecho «fluctúa» entre Marcelo Esteban y su amigo, únicas personas que se encontraban dentro de la cabina del utilitario” e imputaron la exclusiva responsabilidad al actuar culposo del conductor de la camioneta, responsabilidad que alcanza al dueño de la misma, a quien demandaron en virtud de “no existir claridad en el expediente penal respecto de quién la conducía”.

Uno de los motociclistas reclamó $ 101.405,13 en concepto de incapacidad sobreviniente, $ 2.055 por daño emergente (a la motocicleta) y $ 30.000 por daño moral. A su turno, los representantes del menor reclamaron en favor de éste $ 98.957,71 por incapacidad sobreviniente y $ 30.000 por daño moral.

Pero, uno de los automovilistas dio su propia versión. Dijo que el accidente se produjo el día y hora aproximada apuntados, en circunstancias en que Hernán R. conducía su pick up Toyota Hilux sin ningún tipo de autorización para hacerlo, generando de este modo el siniestro con la motocicleta.

Agregó que instantes antes del accidente, su hijo Marcelo Esteban circulaba en la pick up Toyota, cuando en la intersección de calles Libertad y Montevideo fueron interceptados por dos vehículos por lo que debió descender porque estaban agrediéndolos. Que en esas circunstancias, R. tomó el volante de la camioneta y se retiró del lugar de la agresión, regresando minutos después y diciéndole que la camioneta humeaba en la parte delantera, que no parara el motor.

Mencionó que su hijo subió nuevamente a la pick up y al detenerse sobre la calle Evita para verificar los daños, se hizo presente personal policial, manifestándole que el rodado había participado de un accidente de tránsito con una moto.

El mismo hombre imputó la culpa exclusiva del conductor de la camioneta -Hernán R– y que ese vehículo fue utilizado sin ninguna autorización del guardián de la misma, quien estaba siendo agredido cuando R. tomó el comando del rodado. Por su parte, un representante de una empresa aseguradora rechazó la demanda, con idénticos argumentos que el asegurado.

Al analizar el caso, la jueza Adriana Mariani consideró que se encuentra admitido y probado, fundamentalmente con las constancias de la causa penal, que el 30 de junio de 2009 aproximadamente a las 4 o 4,30 de la madrugada, en circunstancias en que Claudio B. T. se desplazaba en su moto Mondial RD de 150 cc transportando a R.S., transitando por calle Montevideo de Roca

y cuando se acercaban a la intersección con calle Libertad, fueron embestidos por la camioneta Toyota Hilux patente HTC-175 propiedad de Juan Segundo M. S..

El demandado titular registral del vehículo (y su aseguradora citada a juicio) si bien admitieron el hecho del siniestro, invocaron como eximente que en el momento del accidente la pick up era conducida por H. R. sin ningún tipo de autorización para hacerlo.

Que instantes previos, R. se conducía como acompañante en dicho rodado y al comando estaba su hijo Marcelo Esteban M., pero que a raíz de una reyerta con jóvenes que se habían bajado de dos vehículos y en momentos en que su hijo descendió de la camioneta, R. tomó el volante, se alejó a gran velocidad y volvió luego con el rodado humeando en su parte delantera, enterándose posteriormente por la Policía, del accidente. (ADN)