Nunca más un funcionario de la dictadura en cargos electivos en Viedma, dijo Berardi

Viedma.-  La Carta Orgánica de Viedma es un ejemplo de democracia, es una declaración de principios, es un marco ético que no puede ni debe ser burlado por pequeños resentidos sin más escala de valores que la que les proporciona su propio y mezquino interés personal, esta convicción debe defenderse firmemente aunque ello implique ser agredidos por personajes sin  mas antecedentes que su constante e incansable actitud de gataflora, dijo el legislador Darío Berardi.

Explicó que en septiembre de 1984 Ernesto Sábato entregó al presidente Raúl Alfonsín el informe de la CONADEP que investigó los crímenes de las juntas militares que se dispuso serían juzgadas. El último párrafo del texto que sirve de presentación señala: “Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Únicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado”.

“Con ese espíritu”, afirmó el legislador Darío Berardi, los convencionales municipales en forma unánime  dieron lugar al inciso (12) del artículo 52 de la Carta Orgánica Municipal, sancionada en el año 2010:“Las personas que hayan ejercido funciones de responsabilidad o asesoramiento político en los poderes de la Nación, de las provincias o de los municipios, en gobiernos no constitucionales, quedan inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos, en este municipio.”

Mas adelante opinó que “Pedro SUAREZ, el defensor de Grandon por el PPR que oportunamente votó este artículo, insiste en legitimar el pecado original de haber burlado la Carta Orgánica presentando como candidato a un ex funcionario de la dictadura militar, y en el desbocado descenso moral al que se somete, miente”.

Sostuvo el parlamentario que “sin el menor aprecio por la honestidad intelectual el titular del PPR – Viedma falta interesadamente a la verdad al decir que un veterinario del Servicio de Lucha Sanitaria que debía ocuparse de controlar la sarna de las ovejas rionegrinas era un funcionario de la dictadura, tal como si lo fue, por rango y actividad política, el titular de los Comisionados de Fomento de la Provincia, Carlos Grandón”, a su vez introduce otra distracción al sumar en sus ejemplos a Carlos SORIA  y Pablo VERANI quienes, como es lógico, no son alcanzados por la Carta Orgánica de Viedma.

“Cuando creemos que “Nunca Más” perderemos el norte los argentinos, los rionegrinos y en particular los viedmenses, aparecen estos de escasa sensibilidad, estos a los que la democracia les resulta apenas una palabra vacía, estos que ni sufrieron, ni padecieron, ni se compadecieron y en esa línea poco les importa mantener encendido el testimonio para que la próxima generación de viedmenses y la que le siga a esa, y la que siga después y todas las que vengan compartan el espíritu con que los convencionales cuidaron que nuestra Carta Orgánica fuera también una declaración de “Nunca Más”, para que ni en Viedma ni en Río Negro ni en la Argentina toda “Nunca Más” aparezca  “…la idea de la desprotección, el oscuro temor de que cualquiera, por inocente que fuese, pudiese caer en aquella infinita caza de brujas, apoderándose de unos el miedo sobrecogedor y de otros una tendencia consciente o inconsciente a justificar el horror: «Por algo será», se murmuraba en voz baja, como queriendo así propiciar a los terribles e inescrutables dioses, mirando como apestados a los hijos o padres del desaparecido.”

Finalmente, Berardi subrayó, “Ratifico absolutamente el proyecto de Declaración que firme junto a otros tres legisladores de Viedma cuestionando el fallo judicial que habilito a Grandon por entender que es un retroceso en la política de derechos Humanos, porque tengo presente y soy respetuoso de la legitimidad de los viedmenses para definir en forma autónoma su futuro y porque mis convicciones se afianzan toda vez que somos criticados por personajes que representan esa Viedma del pasado que siguen imaginando para unos pocos en forma mezquina e insolidaria.

 

PDB